UCCL y Asaja consideran insuficiente el número de pueblos en los que se permitirá llevar a cabo esta labor
VALLADOLID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó hoy la Orden de la Consejería de Agricultura y Ganadería por la que se establece la quema de rastrojos como medida fitosanitaria contra la plaga de topillo campesino que sufre la Comunidad.
En ella se establecen los términos municipales en los que se permite el desarrollo de esta labor, algo que tanto la Unión de Campesinos UCCL y Asaja consideran insuficiente, según sendos comunicados remitidos a Europa Press por las organizaciones agrarias.
UCCL lamentó que la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, haya "roto" uno de los pilares en los que se iba a sustentar su mandato como es el "diálogo constante" con las organizaciones agrarias.
El sindicato agrario considera "absolutamente insuficiente" la medida que se aplicará en sólo 107 de los 655 municipios que se consideran afectados.
Ante la situación, la organización ha remitido una carta al director general de Producción Agropecuaria, Baudilio Fernández, en la que solicita la ampliación de los municipios en los que se autoriza la realización de este tipo de prácticas agrarias, ya que la orden autoriza a este directivo de la Consejería a modificar el anexo en el que se incluyen las localidades en las que se permite la quema.
Por su parte, Asaja considera "decepcionante" que se limite a sólo el 15 por ciento de los municipios más afectados y tilda esta decisión de "grave error", al eliminar una de las principales medidas que sustentan el plan de erradicación del topillo.
Además, cree que así se pone en riesgo el éxito de un plan hasta ahora eficaz, al permitir las quemas únicamente en un 15 por ciento de los 655 municipios a los que han llegado las medidas de control, lo que deja fuera a 455 de ellos.
Asaja mostró su sorpresa ante un "cambio de chip" de la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, y su equipo, porque los agricultores daban por hecho que el plan de actuación se sustentaba sobre las medidas mecánicas (limpiezas de cunetas e infraestructuras efectuadas en estas últimas cinco semanas), químicas (tratamiento controlado con clorofacinona) y las quemas de rastrojo.
De hecho, la decisión de la Consejería desatiende incluso las peticiones en este sentido remitidas desde las distintas delegaciones provinciales de la Junta, añadió la organización.
Por ello, pidió a la Junta de Castilla y León que reconsidere esta decisión, con la que "se vuelve a castigar a los agricultores de secano de la región, que ya han perdido más de 30 millones de euros con la plaga, que encima han recibido como indemnización unos pocos o ningún euro por culpa de una normativa tardía y restrictiva, y ahora se les impide unas quemas que eran la mejor herramienta para alejar a los topillos de la próxima siembra".
Por último, y aunque el plan de erradicación de las últimas semanas ha tenido importantes frutos, recordó que todavía en Castilla y León existe una importante plaga de topillos y que, si no se aplican de forma coordinada todas las medidas previstas, en lugar de seguir remitiendo las poblaciones pueden recuperar posiciones y avanzar de nuevo.
