BRUSELAS 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los eurodiputados socialistas gallegos Antolín Sánchez Presedo y Rosa Miguélez admiten que no es el momento más oportuno para plantear una revisión del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la Comisión Europea para la reestructuración de Izar, pero no descartan que se pueda renegociar en el futuro.
"Quizás este no es el momento más oportuno ni para la Comisión ni para el Gobierno, lo cual no quiere decir que dentro de un año las cosas mejoren y la negociación pueda ser otra, puesto que esa cláusula de revisión sigue abierta y todo es negociable. Aquí nunca se cierra una puerta. Quizás ahora no, pero volveremos hablar de ello", dijo Miguélez en un encuentro con la prensa.
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, dejó claro recientemente que si Navantia Fene no se concentra exclusivamente en la producción militar y pasa a construir también buques civiles antes del año 2015 tendrá que devolver las subvenciones ilegales concedidas por el Estado, ya que se incumplirían los términos del acuerdo que Bruselas pactó con el Gobierno para autorizar la reestructuración de Izar.
Kroes recuerda que en 2004 el Ejecutivo comunitario declaró ilegales las subvenciones públicas por valor de 864 millones de euros concedidas a Izar y ordenó al Gobierno recuperarlas de los astilleros beneficiarlos. España evitó esta sanción alegando que las medidas en cuestión tenían como objetivo rescatar las actividades de los astilleros militares de la previsible bancarrota de Izar.
Los compromisos asumidos por España son válidos por un periodo de 10 años. Por consiguiente, los astilleros afectados tienen prohibida la construcción de buques civiles hasta el 25 de mayo de 2015, con independencia de su estructura de propiedad.
La única excepción a este principio que aceptó en su momento el Ejecutivo comunitario a petición de España es que, para aprovechar las sinergias entre los astilleros militares y los civiles, Navantia pueda realizar ventas civiles que no excedan el 20% del total en una media de tres años.
Sánchez Presedo, puso de relieve, por su parte, que no se puede tomar una iniciativa sin hacerse cargo de la situación preexistente y admitió que la Comisión planteó un acuerdo con el Gobierno español que establece unas condiciones que están "para cumplirlas".