El arzobispo de Pamplona pide a San Fermín que "eche el capotico en este nuevo tiempo"

El Arzobispo Francisco Pérez oficia la última misa de la escalera de San Fermín celebrada en  la capilla del Santo de la catedral de Pamplona el día 6 de junio de 2020 en Pamplona, Navarra, España.
El Arzobispo Francisco Pérez oficia la última misa de la escalera de San Fermín celebrada en la capilla del Santo de la catedral de Pamplona el día 6 de junio de 2020 en Pamplona, Navarra, España. - Eduardo Sanz / Europa Press
Publicado: martes, 7 julio 2020 11:31

El alcalde Enrique Maya y ciudadanos asisten a la misa en honor a San Fermín

PAMPLONA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, ha animado este martes en la misa de San Fermín a pedir al santo que "nos ayude a vivir la autenticidad de la realidad humana y nos eche el capotico en este nuevo tiempo".

Francisco Pérez ha presidido este 7 de julio, festividad de San Fermín, la misa en honor al santo, con aforo limitado a 282 personas y con uso obligatorio de mascarilla. A la celebración, en la capilla de San Fermín, han asistido el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y ciudadanos ataviados en su mayoría con la tradicional vestimenta blanca y roja. No se han vivido aglomeraciones en los acceso a la parroquia y, comenzada la misa, todavía había espacio para acceder a ella.

Aunque los Sanfermines están suspendido por la pandemia de Covid-19, el Arzobispado ha mantenido tres actos religiosos tradicionales en las fiestas: las Vísperas, que se celebraron el día 6 por la tarde, la misa con motivo de la festividad de San Fermín este martes día 7, y la Octava, el próximo 14 de julio. No obstante, no ha habido procesión por las calles del centro de Pamplona, un acto que todos los años congrega a miles de personas.

Francisco Pérez ha destacado que "en el corazón de todos los pamploneses y de todos los navarros hay una fuerte experiencia de devoción a la fiesta de San Fermín" y ha afirmado que "una cosa es la fiesta del santo, que sigue en pie, y otra cosa los festejos, que se han aplazado". "Por eso, en estos momentos celebramos la fiesta bien acogida por todos los devotos y amigos de San Fermín", ha apuntado.

El arzobispo ha señalado que "es curioso observar que en todas las fiestas de nuestra tierra navarra acudimos a Jesucristo, a la Virgen o a los santos y tiene su propio sentido puesto que es la estela de su luz que nos han dejado y en esta fiesta de modo especial, la luz de San Fermín, permanece durante siglos".

Durante la homilía, Francisco Pérez se ha referido a la crisis del coronavirus para señalar que "estamos pasando unos momentos difíciles que a todos nos hacen, dentro del dolor, reflexionar". "La pandemia del Covid-19 está martilleando nuestras conciencias y es un aldabonazo para que meditemos y nos preguntemos: '¿Estoy en el recto camino y me encuentro a bien con el Dios que me ama?'. Por eso, queridos fieles cristianos, no hemos de sentirnos ni frustrados ni avergonzados ante estas circunstancias, más bien alentados y animados para no desmayar y seguir anunciando el evangelio de Jesucristo que ha venido a sanar los corazones afligidos. No hay mayor consuelo y es el que cada vez que se arrepiente un pecador hay regocijo en el cielo y una nueva vida transformada en la tierra", ha destacado.

Francisco Pérez ha afirmado que "es muy hermoso ver que todos agradecemos a los expertos en medicina y su distintas especialidades, a los que han tenido cuidado de vigilarnos, de alimentarnos y de servirnos en tantas facetas vitales, mucho que agradecer a las instancias sociales y autoridades".

No obstante, ha señalado que "tan importante como el cuerpo es el alma" y ha citado el caso de un enfermo que "después de tanto sufrimiento falleció y decía antes de morir: 'Si no puedo curar el cuerpo, quiero tener el alma limpia y en paz, puesto que al final existe la vida que no acaba y esta vida es la más importante puesto que es eterna'". "Rogó que fuera un sacerdote y le administrara los sacramentos. Con una cara resplandeciente murió", ha apuntado.

Francisco Pérez ha afirmado que "así se cumple el auténtico humanismo que nos enseña San Fermín". "Él fue mártir por ser coherente con la fe y supo superar los halagos de los que querían que él apostatara. Fue fiel porque supo dar lo mejor de sí y rompió el mito de que para ser buena persona conviene acomodarse a las ideologías de turno y a lo políticamente correcto", ha indicado.

En este sentido, el arzobispo ha destacado que "lo humano es enarbolar la verdad y no dejarse llevar por la mentira". "Lo humano es ponerse al servicio de los necesitados sean de la condición que sean. Lo humano es mirar cara a cara a Dios y no tener rubor de seguir sus mandamientos, aunque nos digan que esto no es actual ni moderno. Lo humano es vivir en gracia de Dios y no en pecado. Lo humano es ser mártir, como miles de cristianos, que hoy mueren por defender la fe. Lo humano es respetar la vida en todas sus facetas: el humanismo de la vida. Lo humano es vivir de la justicia y rechazar el relativismo que la deprecia y desprecia. Lo humano es perdonar cuando hemos sido ofendidos, como hizo San Fermín antes de ser martirizado. San Fermín es un ejemplo de auténtico humanismo", ha subrayado.

Para finalizar, ha invitado a pedir a San Fermín que "nos ayude a vivir la autenticidad de la realidad humana y nos eche el capotico en este nuevo tiempo". "Que la Virgen María, con su ternura de Madre, nos empuje a ser coherentes en nuestra vida y consecuentes con nuestros gestos de amor que son los más humanos", ha pedido.

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