PAMPLONA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un total de 65 personas han sido sancionados por llevar el perro suelto en la vía pública en Pamplona, otras dos han sido denunciadas por no recoger los excrementos y otra más por llevar un perro considerado potencialmente peligroso sin bozal. Éstas son las cifras de la campaña de vigilancia de parques y zonas verdes realizada por Policía Municipal durante los últimos días del mes de junio.
Estas penalizaciones se unen a las que habitualmente impone Policía Municipal siempre que constata una infracción de las ordenanzas. Así, en 2009 se realizaron 164 sanciones, de las 97 fueron por llevar los perros sueltos y 17 por no recoger los excrementos, según ha explicado el Ayuntamiento de Pamplona en un comunicado.
La Ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales en la ciudad recoge la obligación de que los animales paseen atados salvo en las zonas especialmente autorizadas para ello, de que los dueños recojan de forma inmediata los excrementos y de que los animales no beban de grifos o caños de agua de uso público.
VIGILANCIA DE ZONAS CON QUEJAS
La vigilancia se ha realizado principalmente en aquellas zonas de la ciudad que acumulaban más quejas ciudadanas sobre este tema. Estos espacios se ubicaban en Buztintxuri, Mendillorri, paseo del Arga, Taconera, vuelta del Castilllo, parque de la Media Luna, parque de la Vaguada, plaza Félix Huarte y trasera Frontón López, Echavacoiz, paseo de Ronda en el Caso Antiguo, Ermitagaña, Mendebaldea y el parque Biurdana.
El paseo del Arga ha sido el espacio en el que más sanciones se han producido, 32, de las que 20 han sido en la zona comprendida en San Jorge y 12 en el tramo del barrio de la Rochapea. En Buztintxuri las sanciones han sido 11, en Mendillorri ocho y en el parque de la Media Luna, siete. Cuatro son las sanciones puestas en Ermitagaña y Mendebaldea, 3 en el parque Biurdana, 2 en Iturrama y 1 en Ermitagaña.
Policía Municipal ha destacado la casi ausencia de infracciones en el ámbito de los perros potencialmente peligrosos y la colaboración que obtienen en este tipo de campañas en las que son los propietarios de los mismo perros quienes avisan de las infracciones que observan.
La ordenanza municipal recoge que los perros no pueden andar sueltos en la ciudad salvo en aquellos espacios especialmente determinado para ellos. En esos casos el dueño deberá estar cerca para poder controlar al animal. En caso contrario, los animales que circulen libremente en la ciudad tienen la consideración de 'presuntamente abandonados' y son recogidos por los servicios municipales. En el caso de perros potencialmente peligrosos o que hayan causado agresiones en algún momento es obligatorio además que porten bozal.
Los espacios delimitados, que se denominan Zonas de Esparcimiento Canino (ZEC), son actualmente 24 repartidos por toda la ciudad. En su distribución el Ayuntamiento ha buscado que estén alejadas de lugares donde sería inconveniente la presencia de perros sueltos.
Además, los dueños de los canes están obligados a recoger de forma inmediata lo que excreta su perro en la calle o en los parques, limpiando la zona ensuciada y depositándolo convenientemente envuelto en alguno de los 142 contenedores caninos preparados específicamente para esa labor.
Con esta medida el Ayuntamiento persigue mantener limpia la ciudad y mejorar la salubridad, sobre todo en las zonas verdes, muchas de ellas con parques infantiles. El segundo objetivo es disminuir el coste económico que supone la limpieza de estos excrementos.
Otras obligaciones de los dueños de los perros son identificar al animal cuando cumple los 4 meses para incluirlo en el censo municipal, notificar los cambios de domicilio o los cambios de propiedad, ponerle la vacunación antirrábica o mantener actualizado el documento sanitario de vacunaciones. En el caso de los animales potencialmente peligrosos hay más requisitos como por ejemplo obtener una licencia personal o tener un seguro de responsabilidad civil.
