PAMPLONA, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Pamplona ha puesto en marcha en los últimos meses un nuevo tajo de actividad, que se encarga de repartir alimentación básica entre unas 300 familias de la capital en situación de exclusión social.
De esta manera, por una parte, se da respuesta a la demanda creciente de este servicio desde el inicio de la crisis sanitaria; y por otro lado, se fomenta el empleo social protegido, ha destacado el Consistorio pamplonés en una nota.
Cinco personas participantes en este programa se encargan de gestionar los alimentos que llegan hasta el local municipal de la calle Bartolomé de Carranza y distribuirlos allí entre las familias beneficiarias, derivadas de la Fundación Banco de Alimentos.
Desde el Ayuntamiento han explicado que las necesidades generadas por la crisis derivada de la pandemia han hecho necesaria la ampliación del servicio de alimentación básica que el Consistorio presta a las personas en riesgo de exclusión a través del empleo social protegido.
De esta manera, al grupo de trabajo que se encargaba del comedor social se han sumado tres personas más, ampliando ahora sus funciones al reparto de alimentos desde el nuevo punto en Ermitagaña. Los dos tajos comparten así recursos y complementan sus trabajos para dar respuesta a estas necesidades sociales de la forma más eficiente posible.
El primer trabajo en el nuevo punto de reparto es la recepción de la comida que cada quince días llega desde el Banco de Alimentos y otros lugares como la Escuela Taller de Horticultura del Ayuntamiento de Pamplona. Una vez allí, se almacena según sus características y se establecen los lotes para cada familia, de forma equitativa para el consumo de todo el producto recibido.
De esta manera, en este tajo se pretende formar a las personas participantes en técnicas de almacenaje y distribución, carné de manipulación de alimentos y formación y conocimientos trasversales, para afrontar en mejores condiciones su incorporación laboral una vez finalicen su estancia en el programa.
El punto municipal de reparto de alimentos se concibe así como un proyecto integral entre dos entidades, como son el Ayuntamiento de Pamplona y de la Fundación Banco de Alimentos, que pivota en todo momento sobre la población más desfavorecida.
Familias y personas en situación de exclusión social, que necesitan esa ayuda para poder subsistir, no solo son receptoras de esas cestas de la compra con comida, sino que también se convierten en protagonistas del proceso, pues colaboran en el propio punto de reparto a través del Empleo Social Protegido y, en el caso de jóvenes en desempleo dentro de la Escuela Taller de Horticultura, cultivan y producen alimentos que se incluyen en esos lotes que se reparten.
La participación de la Escuela Taller de Horticultura en este servicio le aporta un plus interesante, permitiendo la inclusión en los lotes de comida de producto fresco y de cercanía, como lechugas, escarolas, borrajas, acelgas, guisantes o cebollas, ha destacado el Ayuntamiento.
De esta manera, ha agregado, el aprendizaje del alumnado cierra el ciclo con el uso solidario que se está dando a los productos que se cultivan en la Escuela.
Este recurso municipal de formación y empleo, destinado a jóvenes de 16 a 30 años, combina actividad teórica con práctica real en los viveros municipales del parque de Aranzadi.
El programa de Empleo Social Protegido es un programa municipal de empleo, subvencionado por el Gobierno de Navarra y cofinanciado por el Fondo Social Europeo, destinado a personas perceptoras de Renta Garantizada y/o en situación de exclusión social, en el que se les dota de habilidades laborales y sociopersonales para la mejora de su empleabilidad, enmarcado en un itinerario de incorporación sociolaboral y un contrato de trabajo.
