Actualizado 10/09/2007 20:02

El experimento de Darfur

Lo que ha ocurrido en la enorme región sudanesa de Darfur en los últimos años, las posibilidades abiertas en los meses recientes y las conversaciones entre grupos tribales y el gobierno previstas para otoño están suponiendo toda una experiencia para el mundo occidental que hay que estudiar desde distintos puntos de vista.

Por una parte y para nuestra vergüenza, Darfur es la mayor bofetada que se haya podido dar a nuestras conciencias o mejor dicho un bofetón más junto a la R.D. del Congo o el Chad, por no alejarnos de dicha región en el mapa. Las cifras hablan de casi tres millones de desplazados y de más de 200.000 muertos, pero los cooperantes sobre el terreno multiplican esos números con varios miles más.

El problema radica en que la catástrofe ha sido de tal magnitud que es imposible saber cuántos han muerto de hambre, cuántos han sido asesinados por el Gobierno o cuántos han caído entre las milicias regulares, grupos tribales armados o Ejército gubernamental.

Resulta curiosa, por otro lado, cómo la publicidad del conflicto y la irrupción de personajes como Nicolás Sarkozy o Gordon Brown han ayudado a poner sobre el tablero este lío. Bienvenidos sean, no obstante, pero cabría preguntarse si no se trata de una experiencia más para lavar sus conciencias y sus actuaciones en otros teatros como Afganistán o Irak para Londres o el Chad y Costa de Marfil para París.

Sea como fuere, lo dicho, bienvenidas hayan sido las presiones de las dos potencias en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Y China. Como diría Solana, "la China es mucha China". Pues bien, en todo el desastre de Darfur y sus concomitancias con la guerra indisimulada entre el norte y el sur de Sudán, China es un agente fundamental en apoyo descarado del Gobierno del golpista Omar-al-Bashir y a la vez, comprador mayoritario del petróleo que en esa zona de África comienza a brotar por todas partes.

Como es bien sabido y a nadie se le podría escapar, el respeto de China por los derechos humanos, tanto dentro como fuera de su territorio, es perfectamente descriptible. O sea, cero. O dicho de otro modo, a China le importan un pepino los centenares de miles de zombis que deambulan entre los plásticos de la ONU.

Ya tenemos sobre el tapete a la ONU, Francia, Reino Unido y China. Nos queda la clave interna. El conflicto de Darfur, permítaseme la caricatura, es una guerra racial entre la raza negra del oriente de África, más tenue en su negritud, y el centroafricano. Resulta chocante ver el color de la piel de los centenares de miles de refugiados en los campos de la ONU en todo lo largo y ancho de Darfur. Ni uno solo tiene la piel que tenían los nubios de la comarca de nacimiento del río Nilo. Todos son centroafricanos. Además, por si fuera poco, el régimen musulmán intenta aplastar a los sin tierra y sin nombre del Este (Darfur) y del Sur (los del petróleo que para colmo son cristianos).

Por ello, el conflicto de Darfur es un experimento para el mundo porque se han metido en el tubo de ensayo todos los elementos explosivos posibles: Las razas, las religiones, el petróleo, China y la publicidad de occidente. Hay observadores, como Jonathan Steele, que ven la botella medio llena, pero hay otros, como los centenares de cooperantes españoles que han trabajado sobre el terreno que advierten que el Gobierno sudanés nunca ha cumplido sus acuerdos, por lo que se preguntan: "¿Por qué ahora los van a cumplir?".

Mientras tanto, centenares de miles de personas siguen muriéndose, infección a infección, a la vez que en Naciones Unidas se devanan la sesera para organizar la fuerza multinacional acordada antes de verano. Esa es otra, a ver quién es el guapo, fuera de las naciones africanas, que aporta un importante contingente de legionarios para meterse y quizás morir en el avispero de Sudán.

Puede que el experimento salga bien, de hecho, Darfur es la mayor respuesta humanitaria de la historia, pero para cuando podamos calificarlo de éxito, los muertos se contarán por millones.

¿Y entonces, eso será un éxito? ¡Vaya desastre de experimento!