Mucho G-8, mucho escudo...Y ahora qué?

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 11 junio 2007 13:55

En la época política en al que nos ha tocado vivir, los gestos, las fotos y la lectura de las cosas que hacemos los periodistas se ha vuelto fundamental para la interpretación triunfante o fracasada de cualquier asunto. Siempre he mantenido la tesis de que mal está la sociedad cuando quienes tienen que crear la opinión somos periodistas como yo, por ejemplo.

Pero más allá de interpretaciones concretas, lo que no solemos hacer casi nunca es leer despacio las conclusiones de las cumbres o de las pomposas declaraciones políticas. La pasada reunión del G-8 en Alemania es un claro ejemplo.

La foto, desde luego, no tenía desperdicio: De izquierda a derecha aparecían Shinzo Ahe (Japón), Stephen Harper (Canadá), Nicolás Sarkozy, Vladimir Putin, Angela Merkel, George W. Bush, Tony Blair y Romano Prodi. (Observe el agudo lector que entre paréntesis aparecen aquellos a los que no conoce casi nadie).

Pues bien, junto a la imagen, destaco tres párrafos a cada cuál más impresionante, extraídos del documento oficial de la cumbre:

1.- "...acuerdo para frenar el cambio climático que contempla un compromiso internacional bajo el amparo de las Naciones Unidas...Hemos allanado el camino para que en la reunión de Bali los ministros de Medio Ambiente puedan empezar a negociar".

2.- "...contribuir a la lucha contra las enfermedades infecciosas en África, con 60.000 millones de dólares, contra el sida, la tuberculosis y la malaria".

3.- "...los miembros del G-8 queremos reactivar la Ronda de Doha... Pedimos a los miembros de la OMC que demuestren una flexibilidad constructiva para llevar sus negociaciones con una conclusión rápida y exitosa".

Pues vale. Si comenzamos por el cambio climático, ¿No se les cae la cara de vergüenza cuando advierten que el período para marcar ese límite se traslada hasta el año 2050? ¿Se han dado cuenta los líderes del mundo mundial que si ya es tarde, para entonces será imposible? Con todo el morro del mundo dicen que han allanado el camino para que sus ministros comiencen a negociar. Y se quedan tan panchos. Eso es no decir nada. ¿Quiénes son los ministros de Medio Ambiente para negociar nada, si ellos no han sido capaces de llegar a un mínimo acuerdo concreto?. De broma, si no fuera porque nos estamos yendo al garete.

Sobre África, tres cuartos de lo mismo. Bien es cierto que a quien le caiga la parte proporcional de esos 60.000 millones de dólares en formato de vacunas, le habrá venido Dios a ver, pero ¿no suena a choteo que a estas alturas del milenio se piense que con limosnas --por muy cuantiosas que éstas sean-- se puede arreglar la cuestión? ¿No es un problema político mundial, más que un problema económico inmediato? No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Y ya el colmo es el asunto del comercio y de la Ronda de Doha. Dicen los del G-8 que instan a los miembros de la OMC y bla, bla, bla... ¡Pero si quienes mandan en la OMC son los tíos del G-8! ¡Tienen la cara dura de instarse a sí mismos a llegar a una "conclusión rápida y exitosa"!

Lo dicho. Impresionante. En el fondo (y en la superficie), estos tres apartados suenan a tres excusas para intentar tapar el verdadero problema que llevó a Bush, a Putin y a sus mariachis hasta Heiligendamm, y que no era otro que el escudo antimisiles. A partir de ahí, todo fue relleno, más o menos con monedero, pero purito relleno.

Y es que de cara a lo que debería importar a los miles y miles de millones de personas que se mueren de hambre, mucho G-8. mucho escudo...¿y ahora qué?

Ángel Expósito.

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