Actualizado 19/01/2008 01:00

Antonio Casado.- Las barbas del líder, en remojo

MADRID 19 Ene. (OTR/PRESS) -

Adiós Gallardón, hola Pizarro, y barbas de don Mariano en remojo. Recado triple de la "derecha sin complejos" -lema robado a los predicadores del alba-, después del frenazo de Esperanza Aguirre a las aspiraciones sucesorias del alcalde de Madrid y tal vez también a las de Rajoy para suceder a Zapatero en Moncloa. El giro a la derecha del PP es un diagnóstico repetido en toda la Prensa internacional. También en la nacional, salvo en los medios de reconocida adhesión a la causa de la "derecha sin complejos", donde se trata de aparcar el efecto Gallardón, absolutamente tóxico en términos electorales, y difundir al máximo el efecto Pizarro, bastante más positivo en esa clave.

El silencio forzado al caso Gallardón en esos medios está resultando tan ruidoso como las no menos forzadas aclamaciones a Pizarro, tras su presentación pública como escolta de Rajoy y nuevo militante del PP. Hasta el punto de presentarle como el gran elefante blanco de la derecha española -¿deberíamos decir "mirlo" blanco?-, que accede al delfinato del PP de un día para otro. Tendría gracia que al final la obstinación de Esperanza Aguirre por impedir que Gallardón le madrugase en línea de salida solo haya servido para colocar en rampa de lanzamiento al verdadero tapado. Tapado de Aznar y la derecha "sin complejos", se entiende. No de Rajoy, cuya derrota dan por descontada los principales actores del drama (Aguirre, Gallardón, Aznar, Losantos) y ya está en capilla. Por tanto, será el tercero en caer, después de Piqué y Gallardón, frente al irresistible avance de esa derecha forjada al margen del PP oficial.

El adversario, los socialistas, están encantados, al comprobar cómo los efectos de su pedrada, "giro a la derecha", al conocer la irrupción de Pizarro, se han multiplicado con la caída de Gallardón, conocida unas horas después. La cantinela de sus factorías electorales va por ahí: el centro huye del PP, renovación cero en las listas, Mariano Rajoy aborta el nunca terminado viaje al centro, siguen los de siempre, se traen de Bruselas a las mujeres de Aznar, y en cambio se alejan, o son expulsados hombres como Gallardón, Rato, Matas o Piqué, que en su día fueron los iconos de una derecha moderada de rostro amable. De aquella coyuntura es la primera y única vez que el PP ganó por mayoría absoluta (marzo, 2000). Hagamos memoria. Aznar la edificó sobre el famoso "viaje al centro" y su alianza con los dos clásicos del nacionalismo: el vasco (PNV) y el catalán (CiU). Con el actual discurso del PP, del que cuelgan otros, como el de Alcaraz, Rouco, Aznar o Losantos, respecto a los que Rajoy no ha sabido o no ha podido marcar el territorio, es imposible repetir no ya la barrida electoral del 2000, sino también aquella victoria amarga del 96.

Antonio Casado.

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