Actualizado 10/06/2008 02:00

Antonio Casado.- Costa da un paso atrás

MADRID 10 Jun. (OTR/PRESS) -

No es buena noticia para el PP la falta de alternativa a la candidatura de Mariano Rajoy. Hubiera canalizado en positivo las iras contra el actual líder y, además, hubiera supuesto un baño de democracia interna para el modelo de partido ya agotado que montó en su día por el ingeniero Cascos a la medida de Aznar. Pero, como se sabe, la posibilidad más verosímil, personalizada por Juan Costa, acaba de esfumarse.

Dice Manuel Fraga, el presidente fundador, que si Costa no compite es porque hizo cuentas y "vio que perdía". Es exacto, aunque Costa suela contar en privado que no ha hecho campaña y que sus contactos con barones no han ido, a esos efectos, más allá de lo hablado con Esperanza Aguirre. Y alguna charla con Daniel Sirera (Cataluña) y con José Manuel Soria (Canarias), pero no vinculada a la búsqueda de apoyos para una eventual candidatura a la presidencia del PP en el congreso nacional convocado para el 20-23 de junio en Valencia. Mentira podrida, dicen los portavoces del PP oficial, el de Génova, donde están convencidos, como Fraga, de que Costa ha recibido sonoras calabazas por parte de los dirigentes sondeados. Eso lo dicen en voz baja, claro. Si les ponen un micrófono delante, entonces solo tendrán palabras de respeto hacia la decisión tomada por Juan Costa en sede mediática; o sea, a través del diario madrileño que más se ha destacado en la agitación del antimarianismo.

Además de la falta de apoyo detectada en los entornos sondeados por el joven ex ministro de Aznar, en el paso atrás de Juan Costa también ha influido la filtración informativa que reveló la relación de su esposa. Elena Sánchez Alvarez, con la organización del XVI congreso nacional del PP. Efectivamente, su esposa es copropietaria de la empresa Free Handicap, que tiene adjudicada la escenografía del congreso que comienza dentro de unos días en Valencia por 1.100.000 euros, de los que, al parecer, la empresa obtendría unos beneficios del 12%.

En resumen: falta de apoyos e implicación familiar en la organización del congreso. Dos razones de la retirada de Costa que, por lo que se ve, han resultado más poderosas que las razones esgrimidas por el propio Costa para justificar un paso al frente: el personal convencimiento de que Rajoy no ganará nunca unas elecciones, como se desprende de las declaraciones del candidato frustrado y que el PP necesita un revulsivo, una pasada por la democracia interna, incluso asamblearia, para devolver la ilusión a los militantes.

Servidor se mantiene en sus trece. El drama del PP es que Rajoy está prolongando artificialmente un ciclo político (el aznarismo), al que pertenece el propio Rajoy, que está agotado. Y que solo un nuevo proyecto, cuyo aglutinante sea el de la renovación generacional (Costa daba el perfil, aunque tenía contraindicaciones), puede devolver el aliento al principal partido de la oposición.

Antonio Casado.

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