Actualizado 18/03/2008 01:00

Antonio Casado.- Nuevos pecados

MADRID 18 Mar. (OTR/PRESS) -

En vísperas de la Cuaresma, que es tiempo de penitencia, habíamos topado con la noticia de que la Iglesia había decidido fletar un catálogo de siete nuevos pecados. Siete nuevos motivos para visitar al confesor, una práctica cada vez menos frecuente en el orbe católico, tal vez porque sobre los siete pecados capitales de siempre (envidia, soberbia, ira, lujuria, gula, avaricia y pereza) se venía haciendo la vista gorda y los pecadores se estaban relajando en exceso. Es una pena que solo haya sido una falsa alarma. La noticia quedó en saco roto cuando el Vaticano aclaró que la Iglesia no había publicado ninguna lista de pecados nuevos. Digo que es una pena porque en la lista hay unos cuantos comportamientos perfectamente penalizables en el orden civil y hubiera sido muy positiva la coincidencia con una paralela o complementaria penalización en el orden religioso, aunque esta sólo afectase a los creyentes. De todos modos, la historia es interesante.

La historia es que monseñor Gianfranco Girotti, obispo regente del Tribunal de la Penitenciaria Apostólica -ni siquiera es el penitenciario mayor-, un organismo vaticano que entiende en cuestiones de confesión, penitencia e indulgencias, se ha dedicado a catalogar las formas contemporáneas de ofender a Dios. Pero como las ha catalogado en el emblemático número de siete, como los siete pecados capitales tradicionales, los medios de comunicación de todo el mundo procesaron el anuncio del obispo Girotti como doctrina oficial de la Iglesia Católica en materia de nuevos pecados. No es verdad. No hay tal doctrina oficial, ni lista de nuevos pecados, ni edicto de nueva planta sobre las nuevas formas humanas de interferir en los planes de la divinidad. Lo que hubo el martes pasado fue una entrevista del tal Girotti en "L` Observatore Romano", en la que el entrevistado se tiró a la piscina y movilizó a la Prensa internacional con la mala nueva de que los pecadores lo iban a tener más difícil a partir de ahora porque se habían tipificado como pecaminosas ciertas conductas de carácter "social".

"¿Cuáles son, según usted, los nuevos pecados?", preguntó el periodista, Nicola Gori, al experto vaticano en cuestiones de conciencia. Y éste soltó la lista. En versión libre, y sintetizada, de la larga explicación del prelado a la pregunta del periodista, serían los siguientes: uno, las violaciones bioéticas (el aborto); dos, los experimentos genéticos, moralmente dudosos (células madre); tres, la contaminación del medio ambiente; cuatro, el consumo de drogas; cinco, contribuir a ampliar la brecha entre ricos y pobres; seis, la excesiva acumulación de riquezas, y siete, la generación de pobreza. Al menos como lección moral, no deberían echarse en saco roto.

Antonio Casado.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes