Actualizado 08/06/2008 02:00

Antonio Pérez Henares.- Puerta grande

MADRID 8 Jun. (OTR/PRESS) -

Los toreros por la de las Ventas, los toros por la del Parlamento de Bruselas. El mismo día que José Tomas iba a salir en hombros después de escribir versos de Lorca y dibujar trazos de Picasso sobre la arena del coso madrileño llegaba apresurado a no perdérselo un avión desde Bruselas. En él venían ganaderos, toreros, banderilleros, científicos, veterinarios y toda la gente del toro que acababa por su parte de abrir también la puerta grande de la difícil plaza de la capital parlamentaria de Europa, esa que mira y recela del toro con su ojillo burocrático y su colmillo prohibidor.

El eurodiputado Luis del Grandes, del Partido Popular, ha sido el artífice de una verdadera hazaña. Mostrar en el Parlamento, con el apoyo de cuatro ex presidentes de la cámara, de los más diversos países, con Francia y Portugal a la cabeza, e implicando al otro gran grupo mayoritario, el socialista, la verdad y la profundidad del toro. En la ecología como verdadero guardián del ecosistema de dehesa, medio millón de hectáreas; en la cultura, en el arte, en la literatura y en la música; en la tradición y en la riqueza vital, espiritual pero también en la económica de todo un pueblo, o mejor de muchos pueblos del mediterráneo y del otro lado del Atlántico con huella española.

Fue una jornada memorable donde además los maestros, dirigidos en la lidia parlamentaria por el periodista Carlos Herrera, bordaron (a alguno del oficio debiera avergonzarles sus ramplones discursos en la Carrera de San Jerónimo) con sus palabras no una defensa sino una exhibición de razones por el toro y por su realidad. El francés Sebastián Castella, con trazas de poeta amigo de Rimbaud, emuló con candencia una afirmación de vocación y sentimiento, el colombiano Cesar Rincón, fue la sencillez del pueblo, Victor Mendes, el portugués dio una lección de democracia y el español Enrique Ponce habló como torea, con elegancia y finura.

Fue muy importante la faena. Tanto que fue de indulto del toro. Porque ahí estaba el motivo fundamental de la exposición y de la presencia: mostrar la verdad del toro y de la fiesta, antes de tener que defenderse del embate antitaurino que cada tanto se produce. Que allí mismo se produjo. Pusieron una mesa de firmas. Tan sólo once europarlamentarios estamparon la suya.

Cayetano y Morante habían cortado esa tarde oreja. Tomás anduvo a la siguiente por las rayas del los infiernos para ensanchar aun más su camino de glorias y Perera no quiso ser menos y abrió también el portón de los triunfos donde tan sólo le sobró un pinchazo y le faltó una oreja para haber tenido la compañía de Talavante. Una semana de Puerta Grande. Y de indulto. Brinde por la noche con Juan Antonio Ruiz 'Espartaco', amigo, el primer torero que me dio la dicha de ver indultar a un toro, 'uno de El Pilar', se acordaba bien, en Alicante. El otro de los dos que he tenido la suerte de ver salir vivos por su bravura de una plaza fue precisamente Perera quien lo indulto, en Valencia, de la ganadería de Fuente Ymbro. "Ponce.-me dijo Espartaco.-debe ser el torero que más toros ha indultado. Una docena por lo menos". No me extraña. Lo que demostró el torero en Bruselas es que ama a los toros mas que nadie.

Antonio Pérez Henares

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