Carmen Tomás.- !Campeones, campeones!

MADRID 12 Sep. (OTR/PRESS) -

El Gobierno puede seguir mirando para otro lado todo el tiempo que desee. Puede obviar los duros análisis realizados en los últimos meses por prestigiosos economistas, diarios, revistas, casas de bolsa o bancos de negocios. Puede incluso creer que los españoles somos tontos. Pero la realidad es tozuda y los datos se van sucediendo y van diciendo claramente que el ciclo está cambiando y que lo está haciendo porque las dos patas en que sustenta el crecimiento están cambiando de signo. La primera alerta sobre el consumo lo han dado los ingresos por IVA en claro retroceso y la segunda el sector de la construcción, donde incluso ha empezado a aparecer el temido paro.

Ayer ante los suyos Zapatero volvió a su discurso triunfalista de que aquí no sólo no pasa nada sino que somos los mejores. El futbol le sirvió esta vez para enmarcar su discurso vacío de que España está entre los campeones del mundo: mete goles, no le meten goles, gana los partidos... Puede seguir vendiendo ese humo. Pero ni ha parado la escalada del euribor, ni la de los precios de los productos básicos. Cómo si no hubiera preocupación se entendería que aparcaran de forma vergonzante la subida del recibo de la luz, cuando apenas hace unos meses era necesario y justo hacerlo.

Con el manido argumento de la política social -no sabemos cuál- el Gobierno sigue ocultando la realidad. Por citar a El País el domingo dedicaba dos páginas en la sección de Economía a la situación y no había un titular bueno ni en sector exterior, ni en consumo, ni en construcción, ni en precios. En fin, se podrá llamar al PP catastrofista o lo que se quiera, pero cuando pase este último trimestre del año, el Gobierno no podrá esconderse y habrá de responder a tanta dejación durante tantos meses. Eso sí que a los usuarios de móvil, o sea a todos, les cobren el doble por canon y por establecimiento de llamada porque hay que primar a la SGAE no le parece política social, ni económica, ni ninguna. Se les ocurre esto o regalar viviendas o dinero para bebés o inventos de este tipo que ya veremos si se concretan. Ahora, buscar soluciones a los problemas inmediatos de las familias parece que no.

Carmen Tomás