Cayetano González.- Ecuador de la legislatura

MADRID 19 Nov. (OTR/PRESS) -

Este próximo miércoles se cumplirán dos años de las elecciones generales celebradas el 20 de noviembre de 2011 en las que el PP alcanzó una holgada mayoría absoluta y el PSOE el peor resultado electoral desde la restauración de la democracia tras la muerte de Franco. Recordemos los números. El PP, encabezado por Rajoy, obtuvo ese día 10.866.566 votos, lo que supuso el 44,63% y 186 diputados, diez mas de la mayoría absoluta. En cuanto al PSOE, liderado por Rubalcaba, tuvo 7.003.511 votos, lo que supuso el 28,76% y 110 diputados.

Transcurridos veinticuatro meses desde aquella cita electoral, o si se quiere enfocar de otra forma, a dos años de unas nuevas elecciones generales, todas las encuestas conocidas en los últimos meses coinciden en tres cosas: una pérdida importante de apoyos por parte del PP, que algunos sondeos electorales cifran en hasta quince puntos en intención de voto; una no recuperación del PSOE que sigue instalado en torno al 27-28% y un crecimiento importante tanto de Izquierda Unida como de UPyD. Parece claro que la supremacía del bipartidismo, que ha caracterizado nuestro mapa político durante los últimos treinta y cinco años -un partido de centro-derecha, fuese UCD y después AP y el PP y uno de centro-izquierda, el PSOE- toca a su fin.

A partir de ahora, se requerirán pactos a más de tres bandas para poder tener una mayoría parlamentaria suficiente para poder gobernar. Y en ese escenario de pactos multipartidistas, la izquierda tiene mas margen de maniobra que la derecha. Dicho de otra manera: si dentro de dos años, el PP no vuelve a revalidar su mayoría absoluta -cosa que a día de hoy es improbable- lo normal es que haya un gobierno de coalición del PSOE con IU, los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos, y únicamente quedaría la duda de cual sería la decisión que tomaría en ese supuesto UPyD, un partido ideológicamente situado en el centro-izquierda.

Por lo tanto, a quien mas debería preocupar este mapa que se dibuja en el horizonte en al partido actualmente en el poder. Pero da la impresión que no es así. Rajoy sigue a su ritmo, centrado casi exclusivamente en las cuestiones económicas, sin entender que siendo eso algo muy importante, hay otras cuestiones como la política antiterrorista en relación a ETA y a sus presos o la respuesta que está dando al pulso soberanista lanzado desde Cataluña por Artur Mas y la Esquerra Republicana que están ahuyentando a muchos votantes de su partido. En cuanto al PSOE, tiene a día de hoy una gran y decisiva asignatura pendiente si quiere remontar el vuelo y ésta no es otra que elegir un nuevo líder, porque parece claro que con el actual, Alfredo Pérez Rubalcaba, no solamente no recupera apoyos electorales sino que los puede seguir perdiendo.