Consuelo Sánchez-Vicente.- Busque, compare...

MADRID 11 Sep. (OTR/PRESS) -

Críticas de pasividad al gobierno desde todos los frentes, por lo que ha hecho y por lo que ha dejado de hacer, cada partido con su particular tabla de agravios, y los nacionalistas, una vez más, dispuestos a canjear sus quejas por inversiones contantes y sonantes en sus respectivos territorios. La soledad parlamentaria en que se encuentra el gobierno volvió a quedar de manifiesto con toda claridad, pero, con la misma claridad, volvió a quedar de manifiesto que durará solo lo que el gobierno tarde en elegir pareja entre los pretendientes, que, una vez más, limitaron sus intervenciones a preguntar, ¿y de lo mío, qué?, y a fijar su precio

¿Y a qué ha venido usted aquí? Preguntó el buen parlamentario que es Mariano Rajoy al presidente al final de su intervención. 'A dar la cara', respondió Zapatero. Y a comparar precios - añado yo, para los presupuestos, o para lo que necesite. Sin nombrar ni una sola vez la palabra proscrita, crisis, el presidente del Gobierno dedicó su intervención a resumir por enésima vez las medidas que ha venido adoptando para afrontar la situación "dura y compleja" que atraviesa la economía mundial. Las que ya han entrado en vigor y las que no. Y cerró plaza anunciando que hasta que llegó la riada y que no piensa adoptar ni una más porque ya ha hecho todo lo que está en su mano hacer, las causas del mal son internacionales, no depende del gobierno cambiarlas, y "no quiere improvisar". Y cuando en plena sesión llegó la noticia de que, según la UE, España pasará de la "no crisis" a la recesión a no tardar mucho si seguimos silbando, respondió sin despeinarse que las previsiones hasta ahora han fallado más que una escopeta de feria, y ésta también podría fallar

¿Y si no falla?, cabe preguntarse. Si no estuviéramos a casi cuatro años de las próximas elecciones sería la pregunta del millón. Con unas elecciones a la vista, el empeño del gobierno en negar lo que todos notamos -que esto es una crisis - podría costarle el puesto a Zapatero. Pero, como el propio presidente del gobierno le recordó al líder del PP en la réplica, aun faltan casi cuatro años para la próxima cita con las urnas. No tenga usted tanta prisa, vino a decirle Zapatero y Rajoy, aun tiene casi cuatro años para hacer oposición, hombre, no se acelere.

No es previsible que la crisis dure tanto por mal que pinte, la economía mundial simplemente no se lo puede permitir, y con esta hipótesis es con la que trabaja el gobierno; o, si quieren, con la que "no trabaja". Esperan que las próximas elecciones estadounidenses, que son en noviembre, marquen el comienzo de un nuevo ciclo de abundancia, y que, para cuando toquen "las nuestras", ya se nos hayan olvidado las actuales penurias de la crisis -¿qué crisis...?

Consuelo Sánchez-Vicente