Consuelo Sánchez-Vicente.- Cambio radical

MADRID 13 Sep. (OTR/PRESS) -

La "españolización" del discurso del Gobierno resulta tan evidente, es tan reciente, y está tan sospechosamente cerca de las próximas elecciones generales que bien podría tener razón el PP cuando afirma que es tan solo un "truco" electoral para atraer el voto del ciudadano medio del decisivo segmento "de centro", que todas las encuestas de intención de voto perciben "asustado" por la política territorial y contra ETA de Zapatero.

A favor de esta tesis, los "populares" esgrimen hasta fotos, especialmente, esas dos que tanto han dado que hablar en las que la vicepresidenta de la Vega aparece en la mesa de las ruedas de prensa del Consejo de Ministros, antes del verano, con la bandera de la Unión Europea tras ella, después, con la española ocupando su lugar. "Zapatero volverá a las andadas - romper España, venderla a ETA - si vuelve a ganar", aseguran. Pero, según los socialistas, ni hay "truco" ni ellos han "roto" o han "vendido" España a nadie, sino que el viaje hacia la "derecha extrema" del PP ha terminado por afectar la percepción de la realidad de los "populares"

No es la posición de Zapatero ante ETA lo que ha cambiado, sostienen, sino el "tempo", las circunstancias. "La lucha contra ETA es una carrera de relevos. Una línea quebrada. Y cada Gobierno tiene que andar el tramo que le toque". Cuando hay "tregua", explorar las posibilidades del "final dialogado" de la violencia etarra sin bajar la guardia policial, y cuando no la hay, extremar la firmeza y la contundencia de la "vía de la derrota".

Y respecto al otro gran asunto de controversia nacional, la territorialidad, lo que dicen es que si ahora los españoles percibimos que el discurso del Gobierno se está "españolizando" es porque la política es cíclica y, agotado el "ciclo nacionalista ahora toca ciclo España". Pero no porque pronto vaya a haber elecciones ni para engatusar al votante de centro como se malicia el PP sino porque ellos creen que en política hay que hacer en cada momento lo que toca hacer, y perciben que "la línea del nacionalismo ha tocado techo en este país y que lo que ahora toca hacer es España"

A mi tanto "toqueteo" con las cosas de comer me resulta algo "porno"; para el Gobierno "de España", en mi opinión, España "toca" siempre. Pero, demos por buena la teoría socialista de los ciclos. ¿En qué boca resulta más creíble que "ahora toca España", en la de Zapatero o en la de Rajoy? ¿A quien "creerán" las urnas de marzo?

Consuelo Sánchez-Vicente