Actualizado 08/05/2008 02:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- Érase un hombre a una indecisión pegado

MADRID 8 May. (OTR/PRESS) -

Con tanta gente pasando a segundo plano en el PP, va a ser cosa de dar por autoinmolada a la generación de dirigentes de Aznar antes del Congreso de junio, de la que prácticamente ya solo queda el propio "heredero", Rajoy. Aun no se sabe si lo que le ronda por la cabeza a este gallego es perpetuarse o administrar una renovación total lo más ordenada posible, pero la coincidencia en que el próximo cartel electoral del PP no será él es general entre afectos y desafectos. Quienes apuestan porque su agenda oculta es administrar la renovación, incluida la suya, sostienen que, aunque repita en el congreso extraordinario de junio de este año como líder del PP, cederá al paso en el congreso ordinario de 2011 como cartel electoral de las elecciones generales de 2012 a algún 'zapatero' que emerja de aquí a entonces. Quienes se inclinan porque intentará perpetuarse, creen que se lo impedirán los resultados de los cinco procesos electorales -europeas, vascas, catalanas, gallegas y municipales- que se celebrarán antes de las generales, que dan por hecho que serán cinco grandes catástrofes

La cara de bobos que se les tiene que estar quedando a los diez millones de electores que el 9-M han votado PP, podría acabar por darles la razón a ambos bandos. A los partidos se les vota para que ejerzan el papel que los ciudadanos les otorgan en las urnas, pero, en su lugar, el PP se ha enredado en la telaraña sucesoria, mientras el gobierno alardea de sentirse como en un spa (esos gimnasios disfrutones con grandes piscinas tibias llenas de chorros y chorritos) pese al lío del agua, el del girasol ucraniano, el paro nacional, la crisis internacional, lo de los piratas somalíes. Más que virguerías se pueden hacer con estos fiascos, ¿a qué sí? Pero, claro, para eso hay que hacer oposición en vez de ombliguismo. Y podría ocurrir que, cuando se decidan, parte, muchos o todos los electores del PP -sobre todo los 700.000 "nuevos" del 9-M- hayan huido, por ejemplo hacia el partido de Rosa Díez. Única oposición digna de tal nombre del momento, con un solo escaño

Rajoy, en mi opinión, está administrando las formas y los tiempos tan mal como acostumbra. Deja pudrirse los problemas. Encerrado en su concha, se limita a mirar y a esperar que, quien se quiera ir, se vaya, y quien se quiera quedar, se quede. Como táctica "renovadora", puede tener sus ventajas. Los que se van por si mismos le allanan el camino. Como estrategia para mantener ilusionada a la militancia y sobre todo a la "votancia" (la expresión es de mi compañero Félix Madero), sin embargo, yo solo le veo inconvenientes. ¿Cuál es su plan? Aunque, bien pensado, antes que esta pregunta cabe otra: ¿tiene Rajoy algún plan, más allá de dejar que los acontecimientos decidan por él?

Consuelo Sánchez-Vicente

Contenido patrocinado

Foto del autor

Antonio Casado

¿Cuándo se jodió el PSOE?

Foto del autor

Rafael Torres

Antes que la salud, el dinero

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Todos a cubierto: empieza la Gran Carrera Electoral

Foto del autor

Fermín Bocos

Controlar el relato