Actualizado 24/09/2008 02:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- Papel y lápiz

MADRID 24 Sep. (OTR/PRESS) -

ETA ha vuelto a matar, los políticos a repetir sus palabras de condena, esta vez con el presidente del gobierno y el líder de la oposición de nuevo unidos tras la pesadilla de la división en que nos sumieron tras el -una vez más- fallido proceso de negociación que desencadenó la última tregua trampa de la banda. La familia del brigada Conde de la Cruz por lo menos se ha ahorrado esta vez el infame tironeo partidario de las víctimas -tuyas, mías- que tan grandes destrozos produjo en la sociedad y tanto nos turbó durante "el Proceso". La buena fe y la inocencia de la gente sencilla al menos esta vez no ha sido traicionada. El dolor por la vida segada es el mismo, y la voluntad de multiplicarlo de la banda asesina también, pero al menos esta vez podemos llorar juntos y refirmarnos unidos en que no ganarán; y en que su único horizonte es la derrota y la cárcel

Cuando sean detenidos, que lo serán: cada vez caen más pronto, ayer mismo otros dos -gracias, Francia- a estas fieras que han matado al brigada les esperan todos los años de cárcel que les ponga la Justicia, cumplidos íntegramente de uno en uno, cada uno con sus 365 días y sus 365 noches. Uno tras otro. Y a su corte también. Se acabó la redención fraudulenta de los De Juana y la impunidad de los Otegis y los Olanos. Eso dicen las leyes. Eso dicen los políticos. ¿Se acabó? ¿Incluso si llega otra tregua? ¿De verdad? Papel y lápiz, amigos, a tomar nota de cada sílaba y de cada palabra de condena y firmeza, de todas y cada una de ellas: para recordárselas en las urnas a quienes las pronuncian, sean quienes sean, si se les vuelven a olvidar. Las condenas y las promesas suenan ya tan gastadas que esta vez hay que anotarlas. Por si acaso. Esta vez, simplemente, ni tiene, ni debe, ni nosotros la gente debemos consentir que sea una vez más.

Esta vez tiene que ser la última. ETA siempre miente. ETA es una gran mentira. Y romper este círculo de locos en que nos encierran los asesinos cada vez que se sacan una tregua de la boina para enfrentarnos, debería ser - tiene que ser: de nosotros depende - la lección a aprender, y a no olvidar. Que pierdan la esperanza de doblegarnos pasa por que el PSOE y el PP entiendan que ya no cabe ni un canto de sirena más sobre el diálogo, y por dejarles muy pero muy clarito a los asesinos que, ni siquiera si renuncian a la violencia, el alto precio en vidas que se han cobrado y el dolor que han sembrado caducará. Nos lo debemos. Y se lo merecen.

Consuelo Sánchez-Vicente.

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