Actualizado 25/09/2008 21:30

Crónica Finlandia.- La Policía finlandesa investiga si los causantes de las dos masacres en institutos se conocían

- El Gobierno responde a las críticas y aclara que las concesiones de permisos de armas son un tercio menor a las de hace dos décadas

HELSINKI, 25 Sep. (OTR/PRESS) -

Los dos últimos tiroteos en institutos finlandeses, el más reciente ocurrido esta misma semana y causante de once muertes, entre ellas la del propio pistolero, podrían guardar entre sí más vínculos que el 'modus operandi'. Así al menos lo sospecha la Policía, que investiga si los asesinos, que cometieron sus crímenes de la misma forma y adquirieron sus armas en la misma ciudad, se conocían. Estas pesquisas se desarrollan de forma paralela a un debate social generado en el país nórdico a cuenta de las licencias para el uso de armas y los límites de edad. En este sentido, el Gobierno alega que estas concesiones se han reducido en torno a un tercio en las últimas dos décadas.

El pasado martes, Matti Juhani Saari, de 22 años, mató a diez personas antes de suicidarse en un instituto de la localidad de Kauhajoki. La masacre conmocionó Finlandia y rememoró otra ocurrida el año pasado cuando Pekka-Eric Auvinen, de 18, se quitó la vida tras asesinar a tiros a otras ocho personas. Las dos acciones guardan evidentes parecidos, pero conforme avanzan los trabajos de los investigadores los vínculos crecen hasta tal punto que la Policía quiere aclarar si los asesinos se conocían entre sí.

El jefe de las investigaciones, Jari Neulaniemi, admitió hoy que "sus acciones son tan similares que sería un milagro si no se encuentran algunas conexiones", según informaciones de la BBC recogidas por otr/press. De momento, ya se conoce que ambos jóvenes adquirieron sus armas en Jokela, probablemente en la misma tienda, colgaron vídeos amenazantes en internet, sentían admiración por la matanza de Columbine en 1999 y se suicidaron de la misma forma, disparándose en la cabeza.

POLÉMICA

Al margen de los hechos concretos, la opinión pública se pregunta ahora si pudieron haberse evitado los dos sucesos y si, realmente, ambos no guardan relación con la extendida presencia de armas entre la población. Las críticas de algunos sectores se dirigen directamente al Gobierno, a quien acusan de demasiado flexible respecto a las concesiones, pero hoy el Ejecutivo se defendió con cifras en la mano.

El Ministerio de Interior informó de que la Policía otorgó alrededor de 70.000 licencias de armas el año pasado, lo que supone un descenso de un tercio con respecto a los concesiones que solía haber anualmente hace dos décadas, en gran medida por la pérdida de popularidad de la caza. La mayoría de estas licencias se conceden para el uso de fusiles de caza y escopetas, lo que no evita que el hecho de que haya alrededor de 1,6 millones de armas autorizadas en un país con 5,3 millones de habitantes resulte exagerado. Helsinki estudia ahora la revisión de la Ley de Armas y contempla, entre otros aspectos, el endurecimiento de los test psicotécnicos y de los castigos.

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