- Considera que la esquizofrenia que padece no le impidió ser consciente de lo que hizo
BARCELONA, 2 Oct. (OTR/PRESS) -
Un tribunal popular declaró hoy culpable por unanimidad de asesinato con alevosía al perturbado que en febrero de 2007 mató a un vendedor sordomudo de la ONCE tras empujarle a la vía del Metro de Barcelona. A pesar que en su defensa alegó la esquizofrenia que padece, para justificar sus actos, el jurado ha considerado que la enfermedad mental no le impidió ser conciente del acto que estaba cometiendo.
El jurado declaró probado por unanimidad que sobre las 15.20 horas del 21 de febrero David Z.G., un barcelonés que ahora tiene 31 años llegó al poco concurrido andén lateral de la estación hacia el Hospital de Bellvitge y se paró a escasos metros del túnel por donde entran los convoyes, en donde propinó un fuerte empujón a Joaquín A. que murió en el acto por la insuficiencia respiratoria causada por las fracturas craneales y costales provocadas por el tren que le atropelló. Tras el suceso el acusado huyó por las escaleras de la estación, aunque antes de que pudiera abandonarla fue detenido por varios usuarios que habían sido testigos del suceso.
En el proceso se destacó que el imputado actuó con la cara semicubierta con unas gafas de sol y una capucha para evitar ser identificado a través de las cámaras de video-vigilancia del Metro, un hecho que les lleva a probar que a pesar de que en el momento de los hechos el procesado tenía sus facultades mentales moderadamente alteradas por la esquizofrenia que padece desde 1998, éstas no estaban anuladas, por lo que era consciente cuando, "de forma súbita y sorpresiva", empujó "fuertemente por la espalda" a Joaquín A.O. a las vías.
Por ello, el Ministerio Público modificó su petición de pena y pidió 17 años y medio de prisión para el procesado por un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y disfraz. Ayer, el fiscal la rebajó de 17 a 14 años de cárcel después de que los psiquiatras confirmaran que David Z.G. padece esquizofrenia indiferenciada. También pidió una indemnización de 120.000 euros para la hija de la víctima, una compensación inferior a la solicitada por la acusación particular, que mantuvo su petición de 125.000 euros y 17 años de cárcel.
INTERNAMIENTO PSIQUIÁTRICO
El abogado Raúl Huertas se mostró "absolutamente satisfecho con el veredicto unánime" porque "el pueblo ha metido a este hombre en la cárcel, que es donde tiene que estar". En nombre de la familia, volvió a dar las gracias a los servicios de emergencias que acudieron al lugar y a los usuarios del Metro que atraparon al acusado y evitaron su huída.
Por su parte, la defensa del imputado solicitó que se condene a su cliente a ocho años (el Código Penal establece un mínimo de 15 años para este tipo de delitos) de internamiento en un centro psiquiátrico para tratar la esquizofrenia y que, en el caso de curarse, se le traslade a una prisión para acabar de cumplir la pena.