MADRID 27 Ene. (OTR/PRESS) -
La Cadena SER ha expulsado de sus tertulias a Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola y número uno del PP por Málaga a las próximas elecciones autonómicas andaluzas, por haber criticado en otra emisora el favoritismo de la Junta de Andalucía con el grupo Prisa a la hora de repartir su propaganda institucional. Oña ni dijo nada más que eso sobre este tema en el transcurso de una entrevista que concedió a la COPE, pero fue lo bastante como para que el director de informativos de la SER llamara al PP a anunciar que a partir de ese momento la alcaldesa, que también es portavoz de su partido en el Parlamento de Andalucía, no asistiría ningún miércoles más, como era habitual, a la tertulia del programa 'La Ventana' que dirige y presenta Gemma Nierga.
Si fuera otra cadena de radio, cualquier otra, la que repentinamente hubiera vetado a uno de sus tertulianos o tertulianas con carnet y cargo del PSOE, habría que escuchar a Gemma Nierga denunciando de forma airada semejante atentado contra la libertad de expresión. Los informativos de la SER abrirían a lo largo de ese día con los titulares de denuncia de tal violación de los derechos constitucionales. El diario 'El País' del día siguiente entrevistaría a la víctima, que no dudaría en calificar lo ocurrido de un acto claro de fascismo ultraderechista.
Pero como quien ha echado a Esperanza Oña de una tertulia ha sido la SER, lo que estamos viendo es que la noticia aparece en la parte de debajo de una página par de la mayor parte de los periódicos andaluces, Canal SUR la omite y hasta el PP pasa de refilón sobre el tema para no enfrentarse a los medios de Prisa a pocas semanas de una cita electoral. Por supuesto que todo el mundo conoce que la candidata popular está diciendo la verdad. Precisamente por esa verdad es por lo que apenas ha tenido trascendencia la noticia. Será un atentado a la libertad de expresión. Una voz menos. Una censura más. Pero así es Andalucía.
Curri Valenzuela