Inmigrantes, cara y cruz

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 30 octubre 2007 19:14

Algo que hasta ahora se consideraba políticamente muy incorrecto, relacionar el incremento del número de inmigrantes con el aumento de los delitos, está empezando a ser aceptable para prácticamente todo el mundo.

Nadie, por ejemplo, ni siquiera carraspeó cuando el fiscal jefe de Madrid leyó el pasado miércoles la memoria de su Fiscalía sobre la delincuencia registrada en esta Comunidad el año pasado, y eso que sus interlocutores eran las máximas autoridades de la región: el 60 por ciento de los detenidos en Madrid durante el 2006 fueron inmigrantes; el 61 por ciento de los asesinos de género, también.

El 57 por cien de los jóvenes que ingresaron en centros de internamientos para menores de la Comunidad, asimismo inmigrantes. Este fue el dictamen del fiscal jefe, hombre de ideas no precisamente conservadoras.

Es bueno que las cosas se hablen claro, sobre todo porque solo así se pueden encontrar soluciones a los problemas de una sociedad. Y uno de los principales problemas de la sociedad española de hoy es ese precisamente; el de un incremento considerable en un tipo de delitos que son nuevos para policías. Jueces y, sobre todo, el Código Penal. Y estos son delitos cometidos mayoritariamente por inmigrantes.

Ahora toca dedicar un párrafo a explicar, como todo el mundo cabal hace cuando ha llegado hasta aquí, que Madrid no sería no tan próspero ni lo que es con los cerca de dos millones de inmigrantes que se han asentado aquí en los últimos años, ciudadanos en su gran mayoría trabajadores y pacíficos que se están integrando muy bien en una Comunidad poblada desde siempre por gentes de aluvión, porque madrileños madrileños apenas si los hay y los ha habido.

Dicho este párrafo, el reto para una Comunidad próspera como esta, y por extensión, para toda España, es como asimilar al porcentaje, pequeño, de inmigrantes que delinquen, pero que cometen otros delitos con otras armas y otras maneras a los que la Ley y las Fuerzas de Seguridad no están adaptadas.

Sin olvidar a las mafias organizadas que vienen a este país a robar porque saben que hacerlo es mas fácil y tiene menos coste penal que en nuestros países vecinos. Y todo ello sin que se pueda dar pié a sentimientos xenófobos y racistas frente a esos inmigrantes delincuentes. Es la cara y la cruz del fenómeno de la inmigración.

Curri Valenzuela

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