Actualizado 16/04/2008 02:00

Esther Esteban.- De generala o Ministra chusquera

MADRID 16 Abr. (OTR/PRESS) -

Mujer embarazada. 38 años. Casada. Catalana. Socialista. Pacifista. "Verde por fuera y roja por dentro", según su propia definición pero sobre todo suficientemente preparada y políticamente sólida y solvente. Ese perfil ha chirriado a muchos simplemente porque en vez de convertirla en una ministra florero el presidente ha roto moldes nombrándola titular de Defensa. Sus detractores no la han dado no cien, sino un solo día de gracia con el argumento de que su trayectoria política ha estado marcada por la peligrosa deriva del PSC hacia posiciones nacionalistas, por su defensa de Cataluña como nación o por su aceptación del nefasto pacto del Tinell. Con todo ello tendrán sin duda munición para rato y entretenimiento garantizado para los sectores mas conservadores de la sociedad que la verán como la generala mandona o como la ministra chusquera, según como soplen los aires.

A mí, personalmente, me ha gustado su elección y no porque el presidente haya roto moldes, haya querido mandar un mensaje de modernidad o porque la foto de la nueva ministra pasando revista a las tropas haya dado la vuelta al mundo. Me ha gustado la solemnidad con que vistió el cargo en los primeros momentos con ese ¡Viva a España! rotundo, pero sobre todo porque su trayectoria política la avala. He conocido a Carmen Chacón en todos los cargos que ha tenido hasta ahora y en ellos ha demostrado no solo una extraordinaria capacidad de trabajo- valor fundamental en los tiempos que corren- sino sobre todo una gran solvencia, por lo cual nada me hace pensar que ahora no vaya a gestionar con acierto una cartera trascendental. Es verdad que deberá ganarse el respeto del estamento militar y de las fuerzas armadas pero eso lo han tenido que hacer todos los ministros que han pasado por esa cartera y la mayoría de ellos no tenían el menor conocimiento de los ejércitos. Lo de menos es el golpe mediático de Zapatero y lo demás la solvencia o no de las personas que ha elegido. A la ministra Chacon el valor se le supone pero, efectivamente, su gestión es una página en blanco y ya veremos si la escribe con renglones rectos o torcidos. El otro día en una tertulia radiofónica hice, sin ningún tipo de apasionamiento, una defensa genérica de dos de las mujeres más importantes del Gobierno. María Teresa Fernández de la Vega y Carmen Chacón. ¡Para que quise más! el director me acusó directamente de defenderlas por el mero hecho de ser mujeres y me vino a reprochar que me instalaba en el discurso facilón de cuotas y la discriminación positiva porque yo era una mujer y "siempre haceis lobby entre vosotras". Por mucho que intenté demostrarle con ejemplos -como mi valoración negativa de la reelegida ministra de Fomento o de las exministras de Sanidad o Medio Ambiente- que eso no era así, e insistí en que se trataba de hablar de mérito no de sexo o de listas paritarias, no hubo manera.

Tal rifi- rafe nunca se habría producido si hubiera destacado la gestión de dos de los ministros mas valiosos que continúan en sus cargos. La cosa no pasa de ser una anécdota sin importancia, pero deja claro que el camino hacia la igualdad es todavía demasiado largo y complicado. ¡Claro que si además se te ocurre decir que lo peor no es el machismo que sigue instalado en nuestra sociedad, sino el machismo vergonzante que se camufla para no ser descubierto y tiene comportamientos camaleónicos te tachan de feminista antigua y radical. ¡Qué cansancio!

Esther Esteban.

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