Actualizado 28/03/2008 01:00

Esther Esteban.- Más que palabras.- Obras, amores y... razones

MADRID 28 Mar. (OTR/PRESS) -

En mi tierra se utiliza habitualmente una expresión muy popular que dice "obras son amores y no buenas razones" cuando se quiere expresar la desconfianza hacia la forma de actuar de alguien que, en su vida cotidiana, dice una cosa y hace justamente la contraria. La frase en cuestión me vino inmediatamente a la cabeza al escuchar al presidente en funciones, en su primera comparecencia ante los grupos parlamentarios del PSOE en el Congreso y el Senado, afirmar su deseo de que en la legislatura que ahora empieza la unidad marque el camino a seguir, tanto en la lucha contra el terrorismo como en el funcionamiento de las instituciones.

Por lo que respecta al terrorismo, se debería dar por hecho que tras el fracaso estrepitoso de la ultima tregua y viendo el gran fiasco que resultó ser el mal llamado "proceso de paz", la única salida es la derrota de quienes ejecutan o amparan el tiro en la nuca. Son ellos quienes con sus actitudes fascistas han roto cualquier posibilidad de dialogo en términos democráticos. Son ellos los que tiñeron de sangre las ultimas elecciones y también ellos quienes se niegan a ver la realidad: que la fuerza de las armas por intimidatoria que sea, jamás podrá vencer a la fuerza de la razón. Tuvimos tiempo sobrado durante la pasada legislatura para comprobar que sus intenciones son las mismas y para tener claro que solo desde la unidad de los demócratas, la presión policial y la cooperación internacional se puede hacer frente a los encapuchados de ETA. Es de esperar que el presidente Zapatero convierta en obras sus razones y posibilite la reactivación del pacto antiterrorista, se llame como se llame y que en el mismo puedan sentirse cómodos todos los grupos parlamentarios.

Tanto Zapatero como Rajoy deberían tener claro que la sociedad española no quiere ver a los dos grandes partidos divididos en las grandes cuestiones de estado y sería muy deseable que en el próximo debate de investidura, al menos en la lucha antiterrorista se escenificara la unión de ambos y se enterrara de una vez y para siempre la insoportable crispación de la anterior legislatura. Si en ese momento no se establecen las bases de una unidad sólida y duradera al respecto, si las razones no se visualizan con obras, ambos decepcionaran de nuevo sus votantes que tan generosos han sido en las urnas. Lo dicho obras son amores y no buenas razones....

Esther Esteban.

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