Fermín Bocos.- Acto de fe

MADRID 11 Sep. (OTR/PRESS) -

La montaña sólo parió un discurso. Pero no hay novedades, medidas nuevas para atajar la crisis. La expectación que había despertado la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso para analizar la situación económica era grande .Se esperaba que la inocultable crisis económica obligara al optimista ( o frívolo) que hace apenas seis meses ,durante la campaña electoral, hablaba de "Champions League" a tener que reconocer que la economía española está estancada. Algo dijo. Zapatero no habó de recesión, palabra que ya incluye en su vocabulario el ministro Solbes, pero admite que se ha producido un frenazo. Es más de lo que habíamos oído decir hasta ahora.

Pero, no hubo más porque las medidas que anunció ayer se resumen en que va a favorecer el alquiler de viviendas y confía en las virtudes taumatúrgicas del diálogo social. No explicó cómo se ha podido pasar ,en solo seis meses, de tener superavit -gran fetiche dialéctico durante la campaña-, a un déficit de nada menos que 10.000 millones de euros.

Lo peor de la situación es que el Gobierno -a juzgar por lo dicho por Zapatero en el Parlamento-no tiene una idea clara de qué hacer para afrontar la crisis y , a modo de mantra,repite que ya escampará. Cuando alude al diálogo social como panacea para salir de la crisis, la imagen hasta ahora pastueña de los sindicatos, se mezclaba con las noticias que hablan del descontento de muchos trabajadores y también de empresarios ante la pasividad y el silencio de los dirigentes sindicales a quienes poco o nada se les ha oído decir sobre la crisis y la pérdida de miles de puestos de trabajo.

¿Cuánto durará la colaboración de Fidalgo, Mendes y Ferrán con Zapatero? Los sindicatos y la patronal tienen sus propios intereses pero tal y como están las cosas no creo que puedan prolongar su contrato de pasividad respecto de lo que haga el Gobierno. Por resumir :la intervención de Zapatero me ha parecido que no fue más allá del trámite parlamentario. Ha sido, no un auto de fe -un reconocimiento público del error de apreciación cometido durante la campaña electoral a la hora de describir la situación económica -sino un acto de fe del presidente del Gobierno en qué las cosas mejorarán. Ya se sabe que uno tiende a contar la feria según le va en ella.

Fermín Bocos.