Actualizado 26/04/2008 02:00

Fermín Bocos.- El PNV pide ayuda

MADRID 26 Abr. (OTR/PRESS) -

Las derrotas electorales son mano de santo. A su paso por la capital -el "Madrid" del que los nacionalistas vascos hablan en Bilbao y en San Sebastián como sí fuera la metrópoli colonial-, Iñigo Urkullu,el nuevo presidente del PNV, ha dejado palabras conciliadoras.

El parvo resultado electoral cosechado el pasado 9 de marzo podría ser la clave de la moderación de quienes que con sólo 300.000 votos detrás hablan ahora con la boca pequeña de la consulta sobre "el derecho de los vascos a decidir" anunciado por el "Lehendakari" para el próximo día 25 de octubre. Cuando a Urkullu le preguntan por el referéndum -propuesta ilegal de su correligionario Ibarretxe-, echa balones fuera y dice que estemos tranquilos,que se impondrá el sentido común.

No explica ni cómo, ni por dónde vendrá el milagro; no dice sí desde la dirección del PNV le van a parar los pies a quien les está llevando hacia un camino político sin salida -como en su día, por otros motivos, hizo Arzallus con Garaicoetxea.

Están en el atolladero en el que ellos solitos se han metido y ahora, piden ayuda ¡A los socialistas¡ Al denostado partido de los "maketos". Piden ayuda al PSE-EE porque es la fuerza emergente que -según pronostican las encuestas-podría hacerse con las llaves de "Ajuría Enea" tras las próximas elecciones autonómicas. ¡Vivir para ver¡

Está visto que la mejor cura de realismo político es un buen revolcón electoral. En cuanto los políticos -y en el caso del PNV ,también la larga lista de paisanos colocados en las instituciones -ven peligrar la nómina, ¡Oiga¡, incluso se vuelven razonables. Hasta dejan de llamar "cabestros" a quienes no les hace la ola. ¡Bendita democracia¡.

Fermín Bocos.

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