Fermín Bocos.- La vuelta de Bono.

MADRID 1 Dic. (OTR/PRESS) -

Era el secreto de Polichinela.El regreso de José Bono sólo parece haber sorprendido a alguna cadena de radio que interrumpió su programación para "adelantar" la noticia presentándola como una "exclusiva". La vuelta de Bono no ha sorpendido, porque,en realidad, nunca se había ido. Dejó la cartera de Defensa porque estaba muy cerca el tsunami político del "Estatut" de Cataluña y Bono no podía aguantar ni la mirada de los uniformados con los que se cruzaba por los pasillos del Ministerio ni la suya propia reflejada en el espejo a la hora de afeitarse.

El prólogo del Estatuto en el que Cataluña queda definida como nación era "kriptonita" para este corredor de fondo que ha hecho de la idea de España uno de sus primeros apellidos políticos. Zapatero no ha cambiado pero el paso del tiempo nimba las cosas y en la memoria pública se desvanecen los acentos más agudos de las cuestiones políticas porque la vida sigue y unos problemas son sustituídos por otros. Bono vuelve con aspiraciones a sillón muy alto. Nada menos que el de la tercerca autoridad del Estado. A Zapatero le viene bien la vuelta de Bono porque con su discurso y su presencia en los medios le devuelve al Partido Socialista la "E" de España.

Bono también ha calculado el paso: si el PSOE gana, estará calentito presidiendo el Congreso, si pierde y Zapatero entra en barrena ¡qué mejor atalaya para otear el futuro¡. Por lo demás, tengo para mi que hablando de Bono como futuro presidente del Congreso, Zapatero ha quedado mal. El presidente del Gobierno debería saber que España es una democracia y que, en consecuencia, al presidente de las Cortes, lo eligen los diputados. Visto lo que hemos visto, cobra todo su sentido la sentida frase de Manuel Marin asegurando que él ya no es de éste mundo.

Fermín Bocos.