África, pero en serio

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 13 diciembre 2007 12:56

La cumbre de la Unión Europea en Lisboa ha traído algunos frutos interesantes como el mayor compromiso entre España y Francia en la lucha contra el terrorismo etarra, pero, sobre todo, ha puesto sobre la mesa el problema de África y algunos pasos para afrontarlo, así parece, con hechos y no con palabras.

Si el continente africano no avanza hacia el bienestar y hacia la democracia, el problema va a ser de dimensiones incalculables para España, para Europa y para el mundo. Es absolutamente indignante que Occidente se haya aprovechado de África hasta el límite posible y que no sea capaz de ofrecer los medios para un desarrollo continuado y sostenible de este continente.

Los conflictos como el de Darfur, Somalia, Chad o Zimbawe, las guerras tribales, el hambre, la miseria, la falta de educación, las enfermedades, la alta tasa de mortalidad infantil, la carencia de medicamentos son asuntos sangrantes en pleno siglo XXI.

La brecha entre ricos y pobres ha crecido en las últimas décadas y, lo que es peor, también ha crecido la brecha entre inforicos e infopobres, es decir la brecha en nuevas tecnologías. Los mejores cerebros africanos se forman en Occidente y no regresan a su tierra, descapitalizada en medios materiales y humanos. África es un continente condenado a la explotación y a la emigración, pero es evidente que ellos ni deben ni pueden resignarse a ello.

Dice Koffi Anan, ex secretario general de Naciones Unidas, que los nuevos líderes africanos son más exigentes y más despiertos. Pero sigue habiendo demasiados cimentados sobre el terror, la dictadura o la violación permanente de los derechos humanos.

España, como ha señalado el presidente Zapatero, va a invertir en educación, empleo, igualdad de género, infraestructuras y una adecuada gestión de los flujos migratorios. La Unión Europea, por su parte, ha mostrado su clara voluntad de desarrollar una nueva relación política y económica con un plan 2008-2010, que incidirá en el respeto de los derechos humanos, la paz y seguridad de la región, la integración comercial, el desarrollo de objetivos sociales, los flujos migratorios, el cambio climático y la energía. Ya veremos. De momento, y en inteligente silencio, China le está ganando la partida a Europa, que nunca ha estado a la altura de lo que debía.

¿Es suficiente el paso dado en Lisboa? Si África no tiene un futuro de prosperidad, de democracia y de respeto a los derechos humanos, el fututo de Europa será muy preocupante. Hasta ahora Europa no ha hecho nada y se teme que los intereses comerciales a corto plazo primen sobre los políticos, sobre la visión de futuro. África es un problema de todos que deben solucionar los africanos con ayuda de Europa. Pero en serio.

Francisco Muro de Iscar

Contenido patrocinado