Actualizado 24/04/2007 02:00

Isaías Lafuente.- Fecha de caducidad

MADRID 24 Abr. (OTR/PRESS) -

Frente al discurso alentado por el PP y por su marca navarra, UPN, empeñado en fabricar la imagen de un gobierno claudicante dispuesto a ceder al chantaje de Batasuna-ETA y vender Navarra a los vascos, el PSN-PSOE se ha empeñado en lanzar compromisos claros a la ciudadanía. El primero, unos días antes de la manifestación convocada el pasado 17 de marzo por el gobierno de la comunidad foral bajo el lema "Navarra no es negociable". Entonces, los socialistas se comprometieron por escrito a no promover o a votar en contra de cualquier iniciativa que materializase la posibilidad constitucional de una anexión al País Vasco. La segunda la va a formalizar en su programa electoral, en el que se recoge la propuesta de apoyar una reforma constitucional que incluya el nombre de todas las comunidades, entre ellas la Comunidad Foral de Navarra, lo que "determinará el decaimiento o superación de la Disposición Transitoria cuarta", una reforma, por cierto, propuesta por Zapatero para esta legislatura e imposible de llevar a cabo por el clima de ruptura entre PP y PSOE.

En realidad toda la discusión sobre Navarra debería reducirse a un debate de carácter técnico sobre la vigencia de esa Disposición Transitoria. Todo el capítulo referido a la organización territorial del Estado en la Constitución del 78 recoge una serie de preceptos que marcan las reglas del juego para dibujar el nuevo Estado de las Autonomías. Cuando éste se ha culminado, cabe preguntarse, lógicamente, si alguno de los artículos ha perdido su vigencia y, entre ellos, esa disposición que reconocía la excepción Navarra y la posibilidad de incorporación al País Vasco. De la misma manera que en el momento preautonómico "las provincias limítrofes con características comunes" tuvieron la capacidad para constituirse en comunidad, ahora esa posibilidad parece imposible en virtud del artículo 145 que prohíbe la federación de Comunidades Autónomas. Igualmente cabría pensar que la disposición que permitía a Navarra decidir si se constituía en comunidad independiente o pasaba a formar parte de la vasca quedó desactivada cuando Navarra decidió lo primero.

En cualquier caso, la discusión esencial previa es de naturaleza jurídica. O la disposición sigue vigente o no. Si sigue vigente, los navarros disponen de la libérrima facultad política de seguir como están o unirse a los vascos, sin que eso pueda interpretarse como claudicación o cesión a chantaje alguno como, con mala fe, se plantea desde el PP y UPN. Y si no sigue vigente, la unión parece imposible. Para dilucidarlo, o al menos para intentar despejar dudas, los socialistas navarros lanzan una propuesta. Ahora falta que los demás hagan las suyas, sin intentar jugar con el lenguaje y con los sentimientos. Decir, como dijo Rajoy, que "Navarra es España" es una verdad de Perogrullo. También sería España si formase parte de la comunidad vasca. ¿O no, Señor Rajoy?

Isaías Lafuente.

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