Condiciones del PNV para apoyar el aborto

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 5 noviembre 2009 19:45

Como en los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno socialista tienen puestas sus esperanzas en el PNV para que dé su apoyo y sus votos a la hora de aprobar el proyecto de ley de reforma del aborto, algo que a muchos ha escandalizado por razón del carácter confesionalmente católico, o democristiano, que siempre ejerció el PNV. Ahora se ha sabido, finalmente, cuáles son las condiciones que ha puesto el PNV para dar ese apoyo al aborto: nada menos que diez enmiendas que pretende que se incorporen al texto de la futura ley.

Esas modificaciones se refieren a cuestiones clave, como la regulación de la objeción de conciencia para los profesionales sanitarios, obligar a informar a los padres de las embarazadas menores de edad que decidan abortar y proteger las competencias autonómicas, así como revisar la redacción de la exposición de motivos de la ley para eliminar "la carga ideológica".

La primera de esas condiciones, la regulación de la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios, ni siquiera está en el proyecto. El PNV pretende que el Gobierno, en un plazo de seis meses, presente un proyecto de ley que desarrolle las condiciones para el ejercicio de este derecho y, hasta entonces, pretende que se incorpore una disposición adicional al texto que reconozca explícitamente la objeción de conciencia que reclaman los médicos contrarios a realizar abortos.

En cuando a la autorización para abortar de las jóvenes de 16 a 18 años, el PNV exige que se comunique a sus padres o tutores la intención de abortar, pero no que el consentimiento paterno sea requisito precio.

Con esas dos modificaciones esenciales, la objeción y la información a los padres de las chicas de 16-18 años, el PNV trataría de justificar su postura favorable, que ha recibido numerosas críticas. El propio presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha explicado que la reforma de la ley del aborto pretende mejorar la regulación de una práctica que es una realidad social, sin que ello signifique favorecer el aborto, y de lograr las máximas garantías sanitarias si se produce.

En la mayor parte de sus enmiendas, el PNV defiende las competencias regionales y que el aborto sea ejecutado por especialistas en centros sanitarios. La cuestión ahora es si los socialistas aceptarán estas propuestas nacionalistas, que, por otro lado, no inciden en los planteamientos básicos de la reforma: el plazos para el aborto libre en las primeras 14 semanas de embarazo, ni tampoco en el derecho de la mujer a abortar. En cuando a la exigencia de que padres o tutores sean informados de la voluntad de su hija a abortar, es algo que han venido reclamando también muchos socialistas, después de que provocara malestar y recelos en las filas del PSOE. Aceptar esta exigencia del PNV resolvería un problema interno del PSOE...

José Cavero

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