MADRID 7 Ago. (OTR/PRESS) -
Han sido varios los periódicos que han destacado como información gráfica de primera importancia la visión que los satélites han dado de las dos islas canarias "en llamas", Gran Canarias y Tenerife. La cifra de hectáreas calcinadas ha ido creciendo imparablemente en ambas, y ya casi se olvida la "sinrazón de ser" de lo que es ya una evidente tragedia: en el caso grancanario, es la historia alucinante de un pobre imbécil que creyó que incendiando el bosque que tenía por obligación cuidar y vigilar, lograría un mejor contrato laboral. En el caso tinerfeño tampoco se excluye que el incendio haya podido ser provocado. En uno y otro caso, y en los comienzos del verano, ya tenemos los casos extremos de imprudencias o actuaciones que provocan desolación, impotencia y rabia.
El jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero, ha tenido que elegir entre visitar uno y otro lugares del desastre: el desastre del apagón barcelonés, finalmente, ha quedado relegado por culpa del desastre mayor de los incendios canarios, donde, por cierto, se estrenaba su propio invento: Hemos podido comprobar el estrepitoso fracaso de la primera intervención de la recién creada Unidad Militar de Emergencias. Mucho uniforme nuevo, pero el fuego avanzaba y avanzaba sin freno. Posiblemente no baste esa UME y sea preciso recurrir a cuerpos permanentes de agentes forestales -no incendiarios, o pirómanos con uniforme de apagafuegos , dotados de los mejores medios, y en cuya tarea se podría incluir el mantenimiento permanente de los bosques. En todo caso, la visita de Zapatero al lugar de la tragedia y la conversación con los responsables de afrontarla ha podido servir para completar esa idea de la UME, estrenada con mucho uniforme nuevo y escasa eficacia.
La visita a Barcelona queda pospuesta. Los barceloneses afectados por el apagón, o por los desastrosos transportes de cercanías también merecen una explicación e incluso una disculpa, algo que las empresas dispensadoras de energía se han resistido a dar a sus clientes. Qué menos que una disculpa y una explicación* Se indica que Zapatero ha programado estos viajes por razones electorales, como si el desempeño corriente de su cargo no le obligara de manera normal, a él o a alguno de sus colaboradores, a visitar os lugares donde se produce una calamidad. Generalmente ha sido Teresa Fernández de la Vega quien ha asumido esa tarea. Resulta evidente que los ciudadanos agradecen que desde el gobierno se proceda a ese acto de solidaridad con los ciudadanos en sus horas más tristes y mayor desolación.
José Cavero.