MADRID, 21 Feb. (OTR/PRESS) -
Se han olvidado ya los recuentos, y unos dicen que este AVE Madrid-Barcelona que se estrenó en la mañana de este miércoles se inició hace doce años y otros que fueron dieciséis, los que han esperado las ciudadanías de las dos ciudades para tener facilidades de transporte público. Finalmente, sin ceremonia alguna, los viajeros llegan a las dos ciudades, y posiblemente el puente aéreo de Iberia comprobará en poco tiempo los daños colaterales que el tren de alta velocidad les origina en sus propias cuentas de resultados. Recuérdese que esa ruta aérea era la más rentable de la compañía privatizada "a medias", si tenemos en cuenta que ahora mismo el accionista mayoritario y de referencia es Caja Madrid. Pues bien, con la puesta en marcha del AVE, tenemos un primer avance de la campaña electoral propiamente dicha. Otro indicio lo será el debate televisivo de Solbes y Pizarro, todavía fuera del tiempo ñeque se permite la petición del voto a los ciudadanos, pero sin duda con el mayor interés posible para los ciudadanos. Y en días sucesivos, desde el sábado, ya comenzará la campaña propiamente dicha, que ha tenido un interminable prólogo y preparativos de muchos meses, en el curso de los cuales se han planteado y debatido multitud de asuntos y materias. Uno y otros candidatos, pero particularmente los dos cabezas de fila, siguen reiterando las acusaciones al contrario. Zapatero proclama que el PP, en la lucha contra ETA, ha sido inmoral. Rajoy denuncia que ahora se le pretenda presentar como lobo feroz de Caperucita... Y cualquier materia, propia o ajena, sirve para enfrentarlos. Ya sea la independencia de Kosovo o la retirada anunciada por Fidel Castro, por más que sobre ambas materias haya coincidencia casi completa: no a la independencia de un nuevo estado balcánico y buena fortuna a un nuevo paso hacia la democratización y plena expresión de los ciudadanos de la isla caribeña.
Para después de las elecciones habrán quedado los pactos, probablemente inevitables si ninguna de las dos fuerzas consiguiera la mayoría absoluta, a lo que, por supuesto, secretamente aspiran una y otra. Los nacionalistas catalanes y vascos han ido dando a conocer sus aspiraciones, a menudo convertidas en condiciones de muy difícil satisfacción: Más inversiones para Cataluña, más autogobierno para Euskadi... Josu Erkoreka ha dicho que "sin derecho de los vascos a decidir, no habrá apoyo", y que con el PSOE será más fácil negociar que con el PP... Por parte de CiU, el apagón momentáneo que se ha producido por la enfermedad de Durán ha eclipsado momentáneamente, o confundido, estas materias. No piensan lo mismo Artur Mas, Durán, o incluso Pujol. No estaría de más que se reunieran los tres y acordaran decir las mismas cosas, siquiera con aproximación...
José Cavero.
Andalucía
