Actualizado 21/04/2007 02:00

José Cavero.- Dos mítines y una decisión política trascendente

MADRID 21 Abr. (OTR/PRESS) -

La tarde y noche del jueves estaba marcada en las agendas políticas de muchos ciudadanos, por razón de la actividad de Zapatero y de Rajoy. El primero "actuaba" en Toulouse, Francia, acompañando a la candidata socialista a la presidencia de la república francesa, frente al conservador Sarkozy. El líder del PP, a su vez, comparecía en TVE y contestaba a unas setenta preguntas que le hacían cuarenta ciudadanos. Cabe preguntarse cuál de las dos participaciones de los líderes fue más rentable, política y electoralmente para sus respectivos electorados o para los que aspiran a sumar a las urnas de mayo. ¿Es más rentable ser estrella invitada de quien puede ser, o no, presidenta de la República francesa, o someterse durante un par de horas a la "tortura" de responder a preguntas variadas y a menudo dirigidas "con saña" y desde una apreciable antipatía?.

Sin duda, son dos de las tareas a las que un dirigente político se ve en la obligación de atender y a ser posible, de salir airoso, aunque a menudo los cronistas y la opinión desvíen sus atenciones a lo que es anecdótico y no a lo esencial. Por ejemplo, lo que pone de relieve un diario: que la bandera española protagonizó por vez primera un acto de partido de Zapatero, en el cierre de la campaña de Segolene Royal en Toulouse. Pero también se destaca el cruce de piropos triunfalistas entre Zapatero y Royal en Toulouse, que Segolene pone la política de Zapatero como modelo. para Francia frente al de Sarkozy, o que se encomienda y elogia a Zapatero, afirmando que abre las puertas al socialismo del siglo XXI.

Por lo que se refiere a la comparecencia de Rajoy en TV, ante más de seis millones de espectadores, y contestando a 70 preguntas, bien puede concluirse que pudo apreciar que muchas actitudes del PP en los últimos tiempos, sobre todo relacionadas con el 11-M o con la política antiterrorista, están lejos de complacer a la ciudadanía. Pero también podría asegurarse que no parece que haya preocupación mayor que la capacidad adquisitiva de cada cual. Rajoy evitó decir su sueldo y a lo sumo admitió que gana mucho más de los 300 euros que percibe una viuda. Eso sí, preparado como estaba, Rajoy aguantó con buenas maneras preguntas duras y fue más directo y mucho menos distante que Zapatero, y se propuso seducir a cada uno de sus interlocutores, dándoles la razón y su comprensión...

Y al margen de las dos comparecencias de los dirigentes políticos, es preciso señalar la aprobación de la Ley de memoria histórica, tan largamente debatida y que ya parecía metida en un cajón hasta mejor oportunidad. En esta ley pactada entre PSOE e IU, el Gobierno acepta que los juicios franquistas se declaren ilegítimos. Familiares o superviviendas podrán pedir la revisión de decenas de miles de condenas y sanciones de la Guerra Civil y del franquismo. Las asociaciones de afectados se congratulan del acuerdo mientras el PP lo rechaza de plano y considera que entierra la transición. De nuevo, una doble escena de "las dos España" y las dos maneras de inclinarse políticamente por una u otra opción...

José Cavero.

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