MADRID 28 Ene. (OTR/PRESS) -
El juez de la Audiencia "que veía amanecer", como lo describió una controvertida biografía, fue en su momento el estudioso número uno del fenómeno ETA. Dedicó unos cuantos años de su vida profesional, por encima o al margen de sus muchas otras tareas profesionales, como las mafias de la droga en Galicia, por ejemplo -a situarnos ante 'la hidra de siete, diez, quince cabezas' que era ETA. En sus autos y en sus sentencias, una por una, peleó contra tales cabezas y llegó a la conclusión que todos aprendimos de que todo el 'asunto ETA' es una misma cosa, llámese Batasuna, Jarrai, Hagi, Ekin, Egin, Gara incluso las mismísimas Herrikotabernas donde los 'nacionalistas abertzales' se reúnen y suelen adoptar algunas decisiones nada irrelevantes: por ejemplo, el lugar, el momento y la hora de la kale borroka siguiente. Todas son facciones, grupos o grupúsculos del mismo entramado independentista vasco, que no trata de conseguir otra cosa, desde su creación hace cuarenta años, que la derrota del Estado español frente a los 'patriotas vascos', según las múltiples doctrinas Garzón hasta ahora vigentes. Es cierto que en los últimos tiempos ha habido algunos intentos de separar cuestiones, y por ejemplo, acaba de producirse una sentencia que viene a ratificar que los grupos de jóvenes de Jarrai, Haika y Segi, también son ETA y también están en la obediencia debida al mando de la banda suprema y criminal.
Ahora, en cambio, el juez Garzón nos ha dejado perplejos con su nuevo auto. En el que sostiene que la izquierda abertzale no forma parte ni colabora con ETA. El magistrado afirma que las declaraciones de Otegi no le vinculan a la banda terrorista, y que no se ha probado que la izquierda abertzale forme parte de ETA. De manera que rechaza citar por desobediencia a Otegi y a otros once dirigentes de Batasuna. Y de ese mismo modo lo reiteran los titulares de prensa de los diarios de este sábado: Garzón no imputa a Otegi porque la izquierda abertzale no es Batasuna. Garzón no imputa a Otegi porque sus siete alusiones a Batasuna fueron una aislada referencia. Garzón no imputa a Otegi porque no se puede criminalizar a la izquierda abertzale y pide que no se criminalice a la izquierda abertzale y rechaza citar a Otegi. Garzón rechaza imputar a Otegi y ampara la actuación política de la izquierda abertzale. Garzón permite a Otegi actuar como líder de la izquierda abertzale, pero no de Batasuna. Garzón dictamina que Otegi tiene derecho a hacer política. El juez afirma que la izquierda abertzale no es Batasuna. O el título más 'calificador': Garzón da la nota. El magistrado niega ahora en un auto que Otegi sea de ETA y que hable en nombre de la ilegal Batasuna. Sostiene que criminalizar a la izquierda abertzale es una reducción simplista no ajustada a la realidad. ¿En qué quedamos, señor juez? ¿Batasuna es ETA, Otegi es etarra, Otegi actúa de portavoz de Batasuna y a menudo también de ETA?
El otro declarante del día resulta ser Aznar, que no se resigna al recomendable silencio que muchos le aconsejan: Aznar acusa a Zapatero de ceder ante ETA como lo hizo Chamberlain ante Hitler. Aznar dice que el pacto de Zapatero permitirá a ETA matar y negociar. El presidente de Faes descalifica la política antiterrorista del Gobierno. Es sólo cuestión de dosis y de tiempos que lo que hoy es un crimen pase a ser considerado un mero accidente, declara. Aznar acusa al Gobierno de canjear el pacto por un proceso que reafirma a ETA. Aznar advierte a Zapatero de que el PNV nunca ha querido ni querrá la derrota a ETA.
No es descubrimiento ninguno que Aznar no es, en absoluto, partidario del 'proceso'. Cabe recordar que en su momento fue objetivo de ETA, trauma que posiblemente resulte difícil de superar por más que él mismo intentara una vez el final dialogado de la banda y llegara a denominar a ETA 'Movimiento nacional de liberación vasco'.
José Cavero