MADRID 25 Abr. (OTR/PRESS) -
No puede existir duda alguna, por parte de Batasuna-ETA, de sus incontenibles deseos de que su brazo político esté presente en las elecciones municipales, y consiguientemente, que vuelva a tener "mando en plaza" en los ayuntamientos de la Comunidad vasca y de Navarra. Pocas cosas han podido entorpecer tanto la vida de Batasuna-ETA como esa marginación de sus disciplinados socios de los gobiernos municipales, que procuraba una formidable y fácil financiación a Batasuna, y de paso, a la banda ETA. Naturalmente, el Gobierno, éste y los anteriores, ha procurado impedir por todos sus medios que Batasuna-ETA tenga participación en las elecciones, pero una y otra vez choca con las "habilidades" de los abogados del mundo abertzale, que recurren a toda clase de estratagemas: ¿No sirve esta sigla, porque está "trufada" de personajes conocidos de Batasuna? Pues ahí va una sigla nueva, y unos nombres nuevos, muchos de ellos "inmaculados" y no contaminados por su pasado anterior de dependencia de la dirección batasuna. ASB, ANV, como PCTV, son todas siglas notoriamente batasunas y proetarras, nadie lo discute ni lo niega. Los abogados de ese mundo son demostradamente hábiles en inventarse y levantar desde la nada, en unas cuantas horas, una nueva fuerza política, y de hacerla concurrir en ochenta, noventa o ciento veinte localidades. Lo complicado resulta, una y otra vez, demostrar que hay relación plena, directa y de sometimiento a los mandos.
Pues bien, una vez más, Interior vuelve a detectar decenas de nombres de Batasuna en las listas de ANV, Acción Nacionalista Vasca, y ahora la fiscalía investiga si las candidaturas de la formación son fraudulentas. La Guardia Civil ha informado, a petición de Garzón, de que el que fuera máximo responsable político de la banda, Mikel Antxa, decidió manipular a ANV y hacer uso de sus siglas para soslayar la ilegalización de Batasuna. Suceden según explican los expertos en materia tan abstrusa y complicada, que el fiscal no puede pedir la ilegalización de ANV, fuerza legalizada hace muchos años, y que incluso en su momento condenó cualquier empleo de la violencia, pero sí podrá impugnará listas. Resulta que ETA-Batasuna, gracias a diez mil militantes prestados, pretende pasar de la inactividad a presentarse en más de un centenar de municipios del País Vasco, en 37 de Navarra, en las Juntas Generales y en el Parlamento foral. Aseguran fuentes fiables que, tras una breve inspección de esas listas, se ha comprobado que están contaminadas de batasunos hasta en un 50 por 100. Cosa que mueve al PP a mantener que ANV es Batasuna y, por consiguiente, exige al Gobierno que cumpla la ley y los deje, de una vez, o una vez más, fuera del juego electoral. Como si eso fuera tan fácil.
JOSE CAVERO