José Cavero.- Otras comunidades quieren estatuto "a la catalana".

MADRID 1 Jul. (OTR/PRESS) -

Desde dos autonomías con Gobierno popular, la valenciana y la gallega, se han producido reacciones favorables a una revisión de sus propios textos de autogobierno, para asimilarlos o aproximarlos a los niveles del Estatut catalán, revisado por el TC. De una parte, Francesc Camps quiere aplicar la llamada "cláusula Camps", que pretende que el estatuto valenciano tenga todas las ventajas que suponga el catalán. De otro lado, Núñez Feijoo también quiere ganar niveles de autogobierno autonómico.

Según cuenta este miércoles La Voz de Galicia, la clase política gallega se mantenía expectante ante la resolución del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, consciente de que el fallo contribuiría, de alguna forma, a ponerle un techo a la reforma estatutaria gallega, a la vez que ayudaría a dirimir cuestiones identitarias a las relacionadas con el estatus jurídico de la lengua gallega, sobre las que no existía consenso entre los partidos. El propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, dejó entrever el martes que la sentencia permitirá clarificar el debate en Galicia, ante lo cual reiteró su compromiso de presentar en esta legislatura una propuesta de reforma que sea "constitucional e útil". Ahora bien, fuentes consultadas en el PP matizaron que, antes de acudir a la Cámara autónoma con una propuesta de reforma, Feijoo explorará la voluntad de consenso de los demás grupos políticos para comprobar si realmente están decididos a impulsar una reforma que, para prosperar, necesita el aval mínimo de los dos tercios del Parlamento, es decir, cuando menos 50 de los 75 diputados. La historia de desencuentros que arroja la relación política mantenida entre el jefe del Ejecutivo y el líder del principal partido de la oposición, Pachi Vázquez, secretario general del PSdeG, no permite a los populares tener demasiadas expectativas de que se produzca un entendimiento sobre la reforma del marco estatutario, después de que el consenso entre el PP y el PSOE fracasara en asuntos cruciales como la fusión de las cajas gallegas, la política lingüística o la reforma de las normativa en materia de ordenación del territorio. En cuanto al Bloque, fuerza que sí llegó a un acuerdo con el PP para salvaguardar el sistema financiero gallego, está en las antípodas de Feijoo en todas las cuestiones que se refieren a la identidad nacional gallega, que el BNG desea reforzar en el nuevo Estatuto.

En todo caso, Feijoo se congratuló este martes en Lugo con la sentencia del Tribunal Constitucional, que debe ser acatada y cumplida, dijo, y que en su opinión deja claro que "a única nación que hai en España é España, namentras Cataluña é unha nacionalidade histórica igual que Galicia". De igual modo, insistió en el compromiso expresado por el PP varias veces, de presentar una propuesta de reforma en esta legislatura, si bien dijo ser consciente de que "en estos momento non é a prioridade dos galegos". En todo caso, anticipó que la doctrina marcada por el Constitucional guiará la propuesta gallega. En línea con lo expuesto por Feijoo, también el viceportavoz del PP en el Parlamento, Pedro Puy, convino que la sentencia ayudará a "clarexar o panorama" de la reforma gallega, mientras la número dos del PSdeG, Mar Barcón, fue más allá e insistió en que el fallo del alto tribunal "non pon en cuestión ningún dos elementos" que contenía la reforma gallega que fracasó en el 2007, por lo que, en su opinión, "chegou a hora" de sentarse a negociar un nuevo texto. Barcón recordó que el líder del PSdeG ya hizo una oferta formal a los demás grupos de retomar la negociación y aclaró que, al igual que ocurrió con los textos de 1936 y de 1981, los socialistas "estaremos aí".

De todos modos, parece sumamente prematuro anticipar acontecimientos, cuando todavía ni siquiera se conoce la literalidad de la sentencia del TC sobre el Estatut...