Actualizado 21/05/2008 02:00

José Cavero.- Todos hablan en el PP, pero hay bajas de afiliados

MADRID 21 May. (OTR/PRESS) -

Parece que todos sus dirigentes y aspirantes se pusieron de acuerdo en hablar, este pasado lunes, en el seno del revuelto PP: Aznar, Rajoy, Gallardón, Aguirre, San Gil... Todos tuvieron su turno de comparecencia y sus declaraciones sobre la crisis y cómo resolverla. Posiblemente el más novedoso fue Aznar, que había permanecido callado esta temporada última, contemplando con creciente inquietud lo que pasaba en "su" partido, después de ver que "el otro presidente", el fundador Fraga, se había alineado abiertamente con Rajoy y Gallardón y contra Aguirre.

Pues bien, Aznar ha preferido situarse del lado de os críticos, o sea, con San Gil, Aguirre y contra Rajoy. De ese modo se ha interpretado a un Aznar deliberadamente "oscuro", que reivindicaba la confianza y los principios, "son complejos" tal y como había hecho la dirigente vasca. A su vez, Rajoy se inclinaba por "moverse", porque estar siempre en el mismo sitio no lo hace nadie en ninguna faceta de la vida. Parecía referirse a sus deseos de que la ponencia política pudiera recoger el cambio de estrategia de poder pactar con los nacionalistas, posibilidad que abrió la guerra con María San Gil. "Para adaptarse al paisaje no hace falta mucho, pero la confianza y la defensa de los principios es esencial", parecía replicarle Aznar, que hablaba, seguidamente, de un proyecto sin complejos, contando con los mejores. Y luego, ante el comportamiento del Gobierno, y ante un probable cambio de actitud del PP, Rajoy se defendía de nuevo: La mayoría de los españoles quiere que apoyemos al gobierno en este tema -la lucha contra el terrorismo- si el gobierno vuelve a los principios del Pacto Antiterrorista. Frente a Esperanza Aguirre, que reclamaba a Zapatero que no recibiera a Ibarretxe, Rajoy le pedía que escuchara al lendsakari para decirle no a sus ensoñaciones.

Esperanza Aguirre, que parece verse perdida y derrotada en las versiones periodísticas, reclamaba ayer que no quiere ser la mala de estas historias... Luego, el centro, del que Gallardón dijo que no podía ser un paréntesis en la historia del PP. Según el alcalde, el centro es la única solución para que el PP vuelva a ganar. Muchos de sus oyentes quedaron "alucinados" escuchándole: parecía que estaba pronunciando un discurso de investidura por la variedad y altura de sus planteamientos generales: desde la reforma del Estatuto de Guernica a la lealtad a la Corona o los planteamientos económicos, con la apertura de un debate sobre la energía nuclear, o la relación sólida y duradera con Marruecos, todas fueron cuestiones que abordó Gallardón en su amplia propuesta.

Entre tanto, nos cuenta ABC que la crisis en la que se ha metido el PP empieza a dar síntomas de vértigo entre sus protagonistas: comienzan a encajar con desazón el mensaje que reciben de la militancia y los simpatizantes, que no entienden casi nada. Después de la derrota de 2004, las solicitudes para entrar en el partido se multiplicaron; ahora, desde que el partido se metió en peleas internas, empiezan a llegar las peticiones de baja. Por primera vez desde 1990, este mes ha bajado la cifra de militantes del PP, lo que se entiende que es reflejo del desaliento de tales afiliados.

José Cavero.

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