MADRID 10 Dic. (OTR/PRESS) -
El presidente Zapatero ganó las elecciones de 2004 con un programa de izquierdas y gobernó con una política de izquierdas. Sin embargo, ahora quiere presentarse a las generales de marzo con un mensaje de moderación. Si todo ello es cierto, caben al menos tres preguntas. La primera, para aclarar si en 2004 ganó debido a su programa de izquierdas o a otros factores, como la posición de Aznar en la guerra de Irak, la gestión gubernamental del 11-M o el manejo del 'Prestigie'. La segunda, para determinar dónde reside realmente la contradicción entre la izquierda, por un lado, y la moderación que ahora predica, por otro. Y la tercera, para saber si está arrepentido de haber hecho política de izquierdas. ¿No será que, en realidad, es todo mucho más sencillo y el problema es de mera solidez política?
Jugando como visitante, Zapatero ganó el 14-M en un contra-ataque cuando se disputaba el tiempo de descuento. Ahora, ya como local, sabe que si quiere repetir la victoria tendrá que hacerlo mediante una jugada de creación, ante un equipo muy rocoso, que también domina el arma del contragolpe.
Lo importante, además del resultado, será la calidad de su juego en el campo, pero no las declaraciones superfluas previas al partido. ¿O acaso creen los estrategas de Zapatero que entre la izquierda y la moderación hay una contradicción mayor que entre el tocino y la velocidad?
José Luis Gómez