Actualizado 30/05/2008 02:00

Julia Navarra.- Escaño Cero.- El problema Ibarretxe

MADRID 30 May. (OTR/PRESS) -

Juan José Ibarretxe es un visionario y como todos los visionarios antepone sus sueños a la realidad. Para el lehendakari, si la realidad no está de acuerdo con él, peor para la realidad, y por eso ha decidido echar un pulso al Estado, y también a su partido, o al menos a una parte de su partido que se ven entre la espada y la pared a cuenta de los sueños de Ibarretxe.

Zapatero, que jugó con fuego durante la pasada legislatura y que se saltó todas las líneas rojas, parece que en esta legislatura ha decidido amagar en vista de que ETA ha dejado bien claro que prefiere seguir atentando a de verdad enterarse que estamos en el siglo XXI y que son solo un anacronismo, patéticos y sanguinarios, pero anacronismo. Así pues, el presidente ahora saca pecho y planta cara al lehendakari, de lo cual se alegran la mayoría de los ciudadanos, y así a través de la ministra Salgado ya ha anunciado que se presentará un recurso de inconstitucionalidad el día en que el Parlamento vasco apruebe las famosas preguntas que Ibarretxe quiere hacer a los ciudadanos de su comunidad. Ibarretxe no puede ganar el puso al Estado por más que se empeñe, pero sí puede provocar tensiones y enfrentamientos innecesarios y dolorosos.

Josu Jon Imaz se tuvo que marchar y dejar la presidencia del PNV porque no compartía las "visiones" de Ibarretxe, y la pregunta es si habrá alguien hoy que desde dentro del propio PNV tenga capacidad para hacer reflexionar al lehendakari que a lo que parece solo se escucha a sí mismo. Verán, yo creo que el lehendakari es un político empecinado incapaz de ver más allá de lo sus sueños y por tanto dispuesto a sacrificarlo todo, y sobre todo dispuesto a sacrificar a mucha gente, persiguiendo ese sueño. Pero hay algo profundamente inmoral en el planteamiento del lehendakari y es que en ninguna de sus dos preguntas se condena a a ETA, seguramente porque necesita, y ahí va la segunda amoralidad, al Partido Comunista de las Tierras Vascas, para poder sacar su convocatoria de referéndum adelante.

Una vez más es el factor humano el que determina los grandes acontecimientos políticos. Los sueños de Ibarretxe se han convertido en un problema no solo para un sector de su partido, sino para muchos de sus conciudadanos, y desde luego para la mayoría de los ciudadanos españoles. La cuestión es cómo se convence a Ibarretxe para que vuelva a la realidad. Y ésa es tarea del Gobierno, paso a paso, con prudencia pero con firmeza.

Julia Navarro.

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