Escaño Cero.- El optimismo de Rajoy

MADRID 29 Nov. (OTR/PRESS) -

Dice el presidente Rajoy que en nuestro país ya no se destruye empleo. Ojalá tuviera razón pero parece que las estadísticas dicen lo contrario. Pero más allá de lo que reflejan las estadísticas está la realidad y no es otra que, desgraciadamente, continúa habiendo personas que pierden su puesto de trabajo. Todos conocemos a alguien que ha sido despedido o ha sido víctima de uno de esos malditos ERES.

Todos tenemos a nuestro alrededor a amigos o familiares que se encuentran angustiados buscando un nuevo trabajo. Me pregunto si el presidente no tiene en su entorno a nadie afectado por el desempleo. Verán, no se trata de aguar los pequeños logros que se están dando en nuestra maltrecha economía pero últimamente me parecen un poco exageradas las manifestaciones del Gobierno dando por superada la crisis.

Seguramente no estamos peor de lo que estábamos hace unos meses pero tampoco mejor. Sólo hay que salir a la calle para verlo. Y lo que se ve no es otra cosa que miles de personas desesperadas porque no sólo han perdido el empleo sino porque las posibilidades de que algún día vuelvan a trabajar son casi inexistentes. Me refiero a los parados que están en la cincuentena. También están los jóvenes, esos miles de jóvenes a los que la crisis les ha arrebatado sus proyectos de vida condenándoles o a emigrar o a sustituir como eternos becarios o simplemente a esperar una oportunidad que no llega.

Hay demasiadas personas sufriendo la lacra del paro como para que los políticos, en este caso el presidente se regocije de que la sangría del paro ha sido taponada. La realidad desmiente sus palabras. Y la realidad es que con la reforma laboral en la mano el paro ha aumentado.

Ojalá las estadísticas pronto nos digan lo contrario pero al día de hoy resulta un sarcasmo escuchar que ya no se destruye empleo. Rajoy ha sido siempre un político de talante prudente y no debería de colgarse medallas antes de tiempo.