Escaño cero.- Otro error

La globalización supone, entre otras cosas, que el mundo y cuanto sucede en él, esté más interrelacionado de lo que jamás había estado y podíamos imaginar, de manera que lo que suceda en Kosovo, se quiera o no, puede tener una repercusión indeseada en nuestro propio país.

Hacer de Kosovo un estado independiente es uno de esos errores que van a tener repercusiones funestas en Europa a corto, medio y largo plazo.

En primer lugar, Serbia se niega a que se desgaje una parte de su territorio, y Rusia ya ha advertido que no va a dar luz verde en el Consejo de Seguridad para que se produzca ese desgajamiento. Pero es que además se sienta un precedente maldito que algún día podemos ver como en España algún grupo independentista lo reclama para sí. De ahí que no se entienda la posición diplomática española, que parece navegar entre dos aguas en vez de manifestarse rotundamente contra la independencia.

El problema es que Serbia es la mala de la película. Este país ha logrado acarrear un sinfín de antipatías por la guerra de los Balcanes, de manera que nadie está dispuesto a darle la razón en nada, ni siquiera en lo que la pueda tener. Y como alinearse con Serbia no es políticamente correcto, los políticos europeos prefieren perpetrar un error cuyas consecuencias pagaremos todos.

Detrás de la independencia de Kosovo está la recomendación de Ahtisaari, un político finlandés que es quien ha sido el encargado de intentar dar solución al conflicto entre serbios y kosovares, y en vez de limar aristas no ha tenido mejor ocurrencia que acercar una cerilla a la leña seca. El Plan Ahtisaari consiste en que Kosovo obtenga una independencia vigilada por la UE, pero al fin y al cabo independencia.

Si la Unión Europea perpetra éste error, es decir, si acepta que se desgaje una parte de un país para ser independiente, estará abriendo la caja de Pandora cuyas consecuencias pueden ser muy graves.

Sinceramente, cuando pienso en Kosovo pienso en España, o mejor dicho, en el afán de grupos de independentistas radicales que a través de lo que suceda en Kosovo creerán estar más cerca que nunca de su sus sueños de independencia, y lo peor es que una vez que se haya consolidado un precedente, se sentirán legitimados para ello.

Se podrá utilizar toda la palabrería que se quiera asegurando que nada tiene que ver lo que pasa en Serbia y Kosovo con lo que pasa aquí, pero lo cierto es que el que no quiera verlo es que sencillamente es un irresponsable.

La Unión Europea está a punto de provocar un auténtico terremoto en el corazón de Europa llevando de nuevo la inestabilidad y el enfrentamiento a los Balcanes. Y si no al tiempo.

Julia Navarro