Actualizado 11/07/2008 02:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- Blanco en las alturas

MADRID 11 Jul. (OTR/PRESS) -

Se lo debía. Sí, José Luis Rodríguez Zapatero tenía, tiene, una deuda importante con José Blanco, de ahí su ascenso a vicesecretario general. El éxito de Zapatero no se puede entender sin José Blanco. Y es que detrás de un líder político siempre hay otro político que le cubre las espaldas. Eso es lo que ha hecho José Blanco en estos años, cubrir las espaldas de Zapatero con lealtad y eficacia. Porque no hay que dejarse obnubilar por las apariencias.

En la legislatura pasada no todos los socialistas "comulgaban" con muchas de las políticas de Zapatero, otra cosa es que no se atrevieran a criticarle en público, y los que se atrevieron pongamos el caso de Joaquín Leguina, han sido despedidos sin contemplaciones, porque Zapatero no admite la disidencia ¡faltaría más¡ Claro que si Zapatero hubiera perdido las elecciones, no quiero ni pensar en lo que habrían dicho de él los que entonces solo murmuraban en privado. Pero ahí estaba José Blanco, cubriéndole el flanco del partido, procurando que no se moviera ni un papel en la dirección contraria, y trabajando para darle un aire de modernidad al PSOE. Blanco ha sido algo más que el secretario de Organización, era un ministro sin cartera, porque tenía que apagar fuegos que eran del gobierno, coordinar asuntos que no le correspondían limar asperezas entre miembros del Ejecutivo, etc, etc, etc.. Y Zapatero ha terminado reconociendo lo evidente, que el papel de Blanco se salía del cargo que ocupaba. Ahora como vicesecretario general del PSOE se le reconocen esos poderes que ya tenía, y se amplia su ya importante margen de maniobra a la hora de coordinar partido con gobierno y grupo parlamentario.

A José Blanco le aborrece la derecha, porque él no da tregua a la derecha, y porque en muchas ocasiones le ha tocado, y ahora le tocará más, hacer el papel de "malo", el que dice lo que otros no quieren decir pero quieren que alguien lo diga. Él se puede permitir ir más allá de lo conveniente precisamente porque no ocupa un cargo gubernamental. Blanco no ha dejado de tener los pies en la tierra en éstos últimos años, y es de esperar que no sufra mal de altura ahora que ha escalado hasta la cúspide del PSOE. Solo tiene que mirar hacia atrás y ver que ha sido de quienes antes que él ocuparon ese cargo. En definitiva, se trata de que no se olvide de algo de lo que si se ha olvidado Zapatero: que solo es un hombre.

Julia Navarro.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes