Actualizado 11/12/2007 01:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- "A casa"

MADRID 11 Dic. (OTR/PRESS) -

En el PP no se respira moral de victoria. Cuando hablas "off the record" con algún diputado o alguno de sus dirigentes, te reconocen resignados que creen más que probable que Zapatero gané las elecciones de marzo. La única posibilidad que ven para que la suerte cambie a su favor es que "ocurra algo", ya sea una metedura de pata espectacular de Zapatero o de sus ministros, ya sea un atentado, o cualquier catástrofe.

Mientras tanto Zapatero ha iniciado un viaje al centro, simplemente por táctica. Sabe que muchos de sus votantes están enfadados por algunas de las cosas que ha hecho en ésta legislatura, y que esos votantes están tentados de quedarse en casa y no ir a votar en marzo. A Zapatero le puede derrotar la abstención, que no el PP, de ahí que ahora aparezca con el disfraz de caperucita, presentándose como un político templado, ya saben con "talante moderado" y con un proyecto en el que quepan todos.

Claro que el problema del PP y el del PSOE es decir en cuanto sus líderes están en el poder y se sienten fuertes, empiezan a hacer políticas excluyentes, o sea que abandonan con rapidez el centro" y se instalan en sus antípoda. No es que a Zapatero le presenten sus adversarios como un izquierdista peligroso, es que el presidente ha cometido errores muy precisos en estos años, como por ejemplo haber abierto la caja de Pandora de los Estatutos, y lo que iba a ser una modernización de los mismos, ha terminado siendo una elaboración de nuevos estatutos que se apartan de lo que fue el espíritu constitucional y de la Transición.

Es la política territorial la que más ha disgustado a muchos de sus votantes, mientras que la política antiterrorista en realidad a quién ha irritado a sido a los votantes de centro amen de los de los que votan al PP. El cambio en la política antiterrorista es evidente, y ahora Zapatero hace la política que defendía el PP, pero todo hay que decirlo, pese a los errores, el presidente hizo bien en intentar una vía dialogada para buscar el fin de la violencia. Solo que con lo que ha pasado, creo que tanto él como los futuros gobiernos deberían de quedar vacunados para cualquier intento similar.

Pero volviendo al PP, resulta increíble que cifren sus esperanzas en alguna catástrofe para poder ganar. En estos años Mariano Rajoy ha demostrado que le falta madera para ser un líder, para ser capaz de ilusionar a los votantes, para dar la réplica a un presidente que tanto se ha equivocado como Zapatero. Es decir Rajoy no genera confianza, y eso es lo peor que le puede pasar a un líder de la oposición.

Aún faltan unos meses para que se celebren las elecciones aunque los políticos ya estén inmersos en la campaña electoral, y la verdad, es que ilusionar, ilusionar, no hay ningún líder que ilusione, pero ésto es lo que hay, al menos hasta el día de hoy, porque si Zapatero fracasa habrá quién pida su relevo, y si fracasa, como parece, Rajoy, otro tanto de lo mismo. Es decir que uno de los dos se tendrá que ir a su casa. ¿a quién de los dos le tocará marcharse? Desde luego en ambos partidos, hay gente en el "banquillo" esperando que eso suceda.

Julia Navarro

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