MADRID 8 Ene. (OTR/PRESS) -
Bueno pues ya está aquí, si, la crisis se ha instalado en nuestra vida cotidiana. En realidad hace meses que los ciudadanos de a pie habíamos sentido su presencia en nuestros bolsillos, en la cesta de la compra, pero el gobierno se empeñaba en decir que eran falsos espejismos, anuncios agoreros de la derecha, y le hicimos caso. Sin embargo estas Navidades todos hemos gastado menos, y los comerciantes así lo han confirmado.
Nunca he entendido porque los gobiernos se niegan a aceptar la realidad. Es evidente que si las cosas de la economía van mal no es por culpa de, o al menos no sólo, del gobierno de turno ya que vivimos en la una sociedad globalizada, donde lo que pasa en el otro extremo del mundo tiene consecuencias aquí y viceversa.
Ahora desde el gobierno se asegura que la crisis es pasajera, como un catarro leve que se irá tan rápidamente como ha venido. Lo dicen pero ya no les creemos, no por nada, sino porque es difícil augurar que va a suceder, de manera que cada cual se prepara para sortear la crisis lo mejor que pueda.
Eso si, no estaría de más que el gobierno dejara de hacer demagogia electoral gracias a los impuestos de todos los españoles. En una etapa de vacas flacas el dinero lo deben de gastar en lo verdaderamente importante y en florituras.
Por ejemplo me parece vergonzoso que la sanidad española, cuente cada vez con menos medios humanos y materiales, y si quieren comprobarlo 'in situ', que el presidente Zapatero y el ministro de Sanidad se presenten cualquier día a cualquier hora en cualquier centro de salud o en las urgencias de cualquier gran hospital, Verán a médicos desbordados, sin tiempo material para tender a los enfermos.
Tampoco les vendría mal a los miembros del gobierno, de cualquier gobierno, vivir una temporadita con una de esas pensiones que reciben las viudas, o los pensionistas. Ahí sí que deberían de invertir el dinero de nuestros impuestos y no en intentar conquistar el voto joven regalándoles dinero para que alquilen un piso. Me parece un dispendio inaceptable.
A quienes están en la flor de la vida no hay que regalarles dinero, pero eso sí, el gobierno podría exigir, vía legislativa que las empresas paguen más a los trabajadores, también a los jóvenes y no esos sueldos de miseria. O sea que en vez de hacer de los jóvenes unos subvencionados lo que deben de hacer es procurarles condiciones salariales dignas, eso si que es de izquierdas.
No creo que un gobierno pierda las elecciones por la coyuntura económica, peor sí creo que los ciudadanos debemos de exigir a nuestros políticos, a todos, más respeto con el dinero público, porque no es de ellos, no está al servicio de sus intereses partidistas o caprichosos.
Esa campaña, que pura y llanamente campaña electoral, que el gobierno ha puesto en marcha aconsejándonos cosas como ser respetuosos con el medio ambiente y lo hacen en nombre del Gobierno de España, es un dispendio, el mismo que el que gobierno del PP con Zaplana al frente puso en marcha en la anterior campaña electoral.
Lo dicho la crisis está aquí, ¿lo tendrán en cuenta a la hora de gastar lo que no es suyo?
Julia Navarro