MADRID 21 May. (OTR/PRESS) -
Hay decisiones políticas que tarde o temprano pasan factura y eso es lo que empieza a pasar con el nuevo Estatuto de Cataluña donde se consagra la bilateralidad en las relaciones entre Cataluña y el Estado. Así José Montilla, el Muy Honorable Presidente de la Generalitat reclama negociar la financiación de Cataluña cara a cara con el Estado y no junto al resto de las Comunidades Autonómas. Naturalmente la polémica está servida incluso entre los propios socialistas.
En las Comunidades en las que gobierna el PSOE se han alzado voces diciendo que no es admisible que Cataluña vaya por su lado y tenga un trato d eprivilegio respecto al resto de España,y se les olvida que ellos mismos,obdecientes en su día,defendieron el nuevo Estatuto catalán,restando importancia a que se consgraran "éstas y otras" diferencias.
Ahora los socialistas se encuentran con que José Montilla se ha puesto a la cabeza de la manifestación nacionalista, o lo que es lo mismo que parece decidido a que a nacionalista no le ganen ni los de Esquerra, y cada día que pasa más que socialista parece nacionalista. Porque esa es la cuestión de fondo, que José Montilla, cordobés de nacimiento, ya sea por sindrome de Estocolmo, ya sea para que los nacionalistas no le afeen su origen y desconfien de él por ser cordobes, ya sea por estrategia política, lo cierto es se mueve en clave nacionalista y no en clave socialista.
A José Montilla parece importarle un pimiento ese viejo concepto socialista llamado solidaridad. El defiende los intereses exclusivos de su Comunidad y no piensa, ni parece interesarle, el resto de España. Y visto como viene actuando cabe preguntarse si el tripartito presidido por Montilla es muy diferente a lo que sería un tripartito presidido por Carod Rovira.
En el Ministerio de Economía, lease Pedro Solbes, están que trinan porque defienden que la financiación autonómica, incluida la de Cataluña, se lleve a cabo en una negociación multilateral, o sea entre el Estado y todas las Comunidades, e incluso en los informes de los expertos que trabajan para el ministerio se defiende que el País Vasco y Navarra también deberían de contribuir al sistema general. El presidente Zapatero quiere limar asperezas invitando a sus "barones" a cenar en la Moncloa, sobre todo para no seguir dando el espectáculo que están dando de que cada uno tira por su lado, la cuestión es si serán capaces todos y cada uno de ellos, incluido el presidente, en anteponer los intereses generales a los inmediatos de cada uno.
Si en un partido que se dice socialista se quiebra la solidaridad, si los presidentes autonómicos socialistas se comportan como jefes de Estado de países pequeñitos, entonces pongámonos en lo peor. Pero esperemos a ver qué pasa.
Julia Navarro.