Actualizado 28/03/2008 01:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- La injusticia de cierta justicia

((Sustituye a la anterior por corrección en el titular))

MADRID, 27 (OTR/PRESS)

La legislación española tiene mucho agujeros negros a la hora de garantizar la debida protección a los menores. Para empezar, la Ley del Menor es un fiasco que lo único que hace es perpetrar injusticias, y siento profundamente decirlo porque conozco a algunos de los redactores e impulsores de la ley y sé de su rectitud profesional y de su bondad personal. Pero la realidad es la que es y lo cierto es que la Ley del Menor no da respuesta a algunas de las felonías que cometen algunos menores. Por ejemplo, creo que a cualquier persona de bien le tiene que poner los pelos de punta el caos de un niño almeriense, de Adra, que desde hace un mes no va al colegio para no tener que encontrarse con su agresor. La víctima tiene 10 años, su agresor 13, y, por lo que parece, éste último forzó a un compañero obligándole a hacerle una felación, le maltrató y le sodomizó.

¿Saben cuál ha sido el castigo a éste monstruito? Pues una semana sin clase. En la dirección del centro, el colegio Nueva Andalucía, deben de andar escasos de vergüenza, cuando solventan esa tortura con una semana sin ir a clase. En cuanto a la Fiscalía de Menores, ha decidido archivar el caso puesto que el agresor tiene menos de catorce años. O sea, que uno puede maltratar y sodomizar a un compañero gratis. Mientras el crío agredido tiene que superar como pueda el trauma y además dejar de ir al colegio para no encontrarse con el monstruito que le ha sometido a semejante tortura. Tenemos un sistema que, ya digo, tiene puntos negros respecto a la protección de los menores de sus víctimas. El agresor tiene todas las ventajas. ¡Pobrecito agresor ,cuidemos de que no se nos vaya a traumatizar!, mientras que el agredido se convierte en un paria, en el avergonzado que tiene que quedarse en casa.

Si esto es Justicia entonces es que nos hemos vuelto locos. Imagino el dolor de los padres, el trauma que tendrá que superar ese crío de diez años, y sobre todo la rabia que les debe de producir que el agresor esté tan tranquilo en clase. Pero lo que más me escandaliza es que a nadie parezca preocuparle que estos hechos se sucedan con demasiada frecuencia y no se haga nada. El Ministerio de Justicia debería de revisar la Ley del Menor. Verán, a mí no me parece que sea ser de izquierdas ni progresista el que se penalice a las víctimas y se proteja a los agresores. Naturalmente que los agresores tienen derechos, pero el primer derecho es el de proteger y hacer justicia a las víctimas.

Hay niños de trece años que son perversos, y esa perversidad no les puede salir gratis. Me parece una enorme injusticia que esos niños que sodomizan, maltratan a compañeros, les humillan o incluso matan, no reciban ningún castigo simplemente porque son menores. ¿De verdad alguien cree que si se sodomiza o se tortura un menor le va a doler menos? Ahora que comienza la nueva legislatura, sus señorías deberían afrontar un debate serio sobre estos asuntos. Nuestra Justicia tiene demasiados puntos negros, y los niños no están protegidos. A la vista está.

Julia Navarro.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes