Actualizado 27/02/2013 13:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- El jardín de Cospedal.

MADRID, 27 Feb. (OTR/PRESS) -

En el PP se ha impuesto una consigna: no hablar de Bárcenas. Los dirigentes populares parecen creer que de lo que no se habla no existe y así el presidente Rajoy inauguró en el debate sobre el estado de la Nación la nueva estrategia.

El caso es que no quieren ni decir su nombre de manera que cada vez que un periodista pregunta a cualquier dirigente popular por su ex tesorero empiezan a dar vueltas haciendo evidente que no es que no tengan nada que decir, sino que tienen mucho que callar.

Lo sorprendente es que una persona tan fría y con la cabeza tan bien amueblada como Dolores de Cospedal se haya metido en un jardín cuando la han preguntado por qué el PP ha tenido en nómina a Bárcenas hasta hace dos días pagándole incluso la seguridad social.

El ejercicio de tartufismos que están haciendo los dirigentes del PP intentando esquivar tener que dar respuestas sobre Luis Bárcenas les está llevando a hacer el ridículo. Y eso es lo que ha hecho la señora Cospedal.

La secretaria general del PP ha dicho algo sorprendente y es que a Bárcenas le han pagado de manera "simulada y en diferido". Cospedal intentaba salirse por la tangente y lo único que ha conseguido es meter la pata. Por lo pronto, el PP tiene que explicar qué es eso de pagar en "diferido" y de manera "simulada" porque como poco eso huele fatal. Lo segundo es que desde hace meses los dirigentes del PP venían asegurando que hacía años que su partido había roto su relación con Bárcenas y ahora no saben como explicar que le continuaban pagando. Es decir, no han dicho la verdad. Y en tercer lugar tienen que explicar qué empresas o particulares les donaron más de treinta millones de euros.

Es evidente que la ley permite las donaciones pero también lo es que los ciudadanos tenemos derecho a saber si las empresas que han dado tanto dinero han obtenido algún beneficio o trato de favor en su relación con las Administraciones Públicas. Es decir, tenemos derecho a saber si el pretendido altruismo de ciertas empresas y particulares ha tenido alguna contrapartida.

Lo peor que puede hacer el PP es lo que está haciendo y es no dar la cara, decir toda la verdad, limpiar su casa por dentro, depurar responsabilidades y que cada palo aguante su vela. El PP no va a resolver el caso Bárcenas con silencios sino con acciones claras que no dejen lugar a dudas. Hay miles de dirigentes del PP, de militantes, que son personas honradas que se dejan lo mejor de si mismos trabajando por el bien común. Y todos ellos no merecen que los comportamientos irregulares de algunos manchen su labor.

El PP tiene la obligación de dar la cara, de explicar cómo es posible que su tesorero, el hombre que trabajaba codo con codo con los dirigentes de Génova 13, el hombre que tiene por encima personas que supuestamente debían de controlarle, resulta que se ha hecho multimillonario y no solo eso, sino que, además, tenía cuentas en Suiza y en otros países, cuentas sin declarar.

Algo huele a podrido en el caso Bárcenas y no será cerrando filas ni las ventanas como lo van a arreglar.