Actualizado 16/06/2011 14:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- Nunca digas nunca jamás.

MADRID 16 Jun. (OTR/PRESS) -

Sí, "Nunca digas nunca jamás" es el titulo de una película de James Bond, pero en este caso habría que recordárselo a los políticos en general. Y es que la política no es una foto fija de manera que lo que hoy aparece de un color mañana se puede ver de otro. Hago esta reflexión al filo de las buenas relaciones que han emprendido convergentes y populares. No sé si lo recuerdan, pero hace un año más o menos que Artur Mas, hoy presidente de la Generalitat, aseguraba con rotundidad que las relaciones de su partido con el PP estaban rotas para siempre. Incluso se fue al notario para dejar constancia de su compromiso. Todo a cuenta del Estatuto catalán.

Pero el tiempo pasa y las necesidades apremian y CiU necesita aprobar sus primeros presupuestos para Cataluña, y también necesita votos de más para obtener la alcaldía de Barcelona y otras alcaldías importantes. De manera que haciendo de la necesidad virtud ahora vemos al PP permitiendo que CiU saque sus Presupuestos, y coloque a sus alcaldes. Es más, en los últimos días ha sido recurrente la imagen del líder de CiU Artur Mas muy sonriente junto a la también sonriente Alicia Sánchez Camacho, la jefa del PP en Cataluña.

En realidad, estos acuerdos en Cataluña entre convergentes y populares pueden ser el preludio de futuros acuerdos en Madrid si es que el PP gana, como parece que va a ganar, las próximas elecciones generales.

La lección a sacar es que quizás los políticos deberían ser menos contundentes en sus enfados con otros partidos y ser, por tanto, más prudentes. En primer lugar, porque cuando dicen cosas tremendas lo que provocan es un enfrentamiento entre los ciudadanos que votan a una opción política contra los que votan otra. Pero resulta que con el tiempo, de repente, tal partido que juraba en arameo contra otro, necesita de sus votos y de repente todo son parabienes y sonrisas, pero han dejado una cicatriz en la sociedad, y puede que durante meses los ciudadanos de un partido hayan tenido sus más y sus menos con los del otro.

A mí, me parece una buena noticia que CiU se pueda entender con el PP como con el resto de los grupos parlamentarios porque eso es síntoma de normalidad democrática, pero quizá es el momento de recordar no sólo a los dirigentes de CiU sino a todos los políticos en general que se lo piensen tres veces antes de decir eso de "nunca jamás".

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