Lorenzo Bernaldo de Quirós.- Cañete y los inmigrantes

MADRID 9 Feb. (OTR/PRESS) -

En tiempos electorales todo vale y la demagogia es siempre fácil. Mucho de esto ha sucedido con las declaraciones del Secretario de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete. El dirigente popular ha dicho dos verdades de puño: primera, el grueso de la mano de obra inmigrante no es cualificada; segunda, las urgencias están colapsadas. Estas dos afirmaciones son verdades de hecho y sólo pueden resultar escandalosas para quienes no tienen ni idea de la realidad o para quienes las manipulan para descalificar al adversario y obtener réditos político-electoral con argumentos demagógicos. En cualquier caso, las manifestaciones del Sr. Cañete ni son xenófobas ni faltan a la verdad. Es más son compartidas por el grueso de los ciudadanos de a pié de esta vieja Piel de Toro.

La baja calificación profesional de los inmigrantes ha sido resaltada por todos los recientes estudios económicos realizados por el grueso de los expertos y organismos públicos y privados, nacionales e internacionales. Es algo indiscutible. Por otra parte, este no es algo peyorativo ni per se un fenómeno negativo. Existe una demanda de trabajo poco cualificado que, sin los inmigrantes, no se hubiese satisfecho. Esto significa que la aportación de los trabajadores foráneos a la economía española ha sido positiva. Se ha empleado a gente que ha contribuido a crear riqueza y a impulsar el crecimiento económico durante estos últimos años.

Por otra parte es cierto que no existe una simetría entre los beneficios sociales que los inmigrantes reciben y las aportaciones que éstos realizan a las arcas públicas. De los 4,5 millones de inmigrantes que aparecen en el Padrón sólo 600.000 pagan el impuesto sobre la renta. Esto puede ser así bien porque sus ingresos no superan el límite preciso para pagar impuestos bien porque muchos de ellos eluden sus obligaciones fiscales. Este último extremo es muy probable porque existe una población inmigrante irregular muy amplia que obtiene sus ingresos en la economía sumergida. No cotizan a la seguridad social, no pagan IRPF pero tienen derecho a acceder a una sanidad y a una educación gratuitas. Esto no parece razonable ni justo.

Lorenzo Bernaldo de Quirós