Actualizado 07/01/2008 01:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- Cuesta abajo y sin frenos

MADRID 7 Ene. (OTR/PRESS) -

El ya conocido como 'jueves negro', el pasado tres de enero, registró una avalancha pésima de datos negativos sobre la economía española. La inflación se situó en su nivel más alto de los últimos doce años, escalando hasta el 4,3 por 100 en diciembre. El paro crece y el número de desempleados es superior al existente cuando el PSOE comenzó a gobernar. La bolsa se hunde lo que refleja la pérdida de fe de los inversores en el futuro próximo y la confianza de los consumidores, indicador del Instituto de Crédito Oficial, se coloca en los niveles más bajos desde que empezó a publicarse hace unos años. Por añadidura, la evolución de los precios en la Eurozona trepó hasta el 3,1 por 100, lo que convierte el descenso de los tipos de interés en una hipótesis inviable.

Aunque, hasta el momento, la economía no ha sido una causa determinante de la derrota electoral de los gobiernos, el PSOE ganó en medio de una recesión en 1993, es probable que el comportamiento de los votantes se haya alterado en los últimos años. Desde 1994, España ha vivido el periodo de crecimiento más largo desde la década de los sesenta del siglo pasado y los ciudadanos se habían acostumbrado a considerar la prosperidad como un dato permanente. En este escenario, el deterioro de la coyuntura tiene, por 'inesperado', un impacto mayor como también lo son los desequilibrios patrimoniales y financieros de los españoles. De repente, la bonanza se va a convertir para muchos españoles en un espejismo y, como es logico, responsabilizarán de su final al gabinete socialista. Por tanto, la economía si puede pasar factura política en marzo.

El PSOE ha podido practicar buena parte de sus iniciativas más radicales gracias a la buena situación económica. El país ha mirado a otro lado y/o no ha reaccionado con demasiada firmeza contra algunas iniciativas socialistas porque estaba anestesiado por la prosperidad. Ahora, el panorama ha cambiado y la presencia de la crisis, como un dato real en la mente de los ciudadanos, se une al resto de los excesos cometidos por el gobierno. En otras palabras, los socialistas también han acabado por deteriorar la economía. Esta va a ser la lectura de buena parte de los votantes, con independencia de sus preferencias ideológicas. Desde esta óptica, la sensación de crisis económica acentúa los errores cometidos por el PSOE en otros terrenos.

Por último, el empeoramiento económico vuelve a poner en valor la gestión del Partido Popular en ese ámbito. Guste o no, Solbes deja el país, en términos económicos, peor de cómo lo encontró en 2004. ¿Qué ideas tienen los socialistas para superar esta situación? Si se echa un vistazo a las propuestas programáticas ofrecidas hasta el momento por el PSOE, éstas son inadecuadas para sacar a España de la delicada situación en la que se encuentra. Todas se sostienen sobre la continuidad de la expansión, lo que resulta utópico. Quizá la economía siga sin ser un factor electoral decisivo pero, sin duda alguna, no es una variable que juegue a favor del gabinete presidido por el Sr.Rodriguez.

Lorenzo Bernaldo de Quirós

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