Lorenzo Bernaldo de Quirós.- No con mi dinero

MADRID 17 Sep. (OTR/PRESS) -

En los estertores de la legislatura, Solbes se está viendo obligado a hacer lo que no ha hecho a lo largo de casi cuatro años de mandato socialista: oponerse a las 'barbaridades' propuestas por algunos de sus compañeros de gobierno. El PSOE se mueve cada vez más entre el populismo y la demagogia. Quizá esta orgía de iniciativas de gasto es producto del nerviosismo, de la incertidumbre que se ha apoderado de los dirigentes del socialismo ibérico. Dicho esto, la ocurrencia última de los aprendices gubernamentales de Chavez, ilustre comandante venezolano, es que el gobierno subvencione o subsidie a los ciudadanos que no tienen plata o no la van a tener para pagar sus hipotecas. Una vez más, el infierno está lleno de buenas intenciones.

De entrada, los contribuyentes no tienen porqué pagar con su dinero las decisiones libremente adoptadas por otros individuos. Durante una década, los deudores de créditos hipotecarios se han beneficiado de un precio del dinero barato. Decidieron endeudarse a tasas de interés variables y, en consecuencia, sabían que éstas podían subir, porque era imposible que bajasen más. Si hubiesen sido prudentes o menos listos, se hubiesen hipotecado a tipos fijos pero, claro, eso era más caro en ese momento. Desde esta perspectiva es injustificable e injusta, valga la redundancia, cualquier acción destinada a salvar a los deudores de sus propios errores.

Si la idea de Carme Chacón se lleva a término ¿por qué debe limitarse a los ciudadanos con créditos hipotecarios? ¿No tendrían también derecho a ser ayudados los empresarios que pidieron préstamos para invertir a un tipo de interés del 3 por 100 y ahora soportan tipos del 5 por 100? Los ejemplos podrían multiplicarse. En una economía de mercado y en la vida, la gente ha de ser responsable de sus decisiones y asumir los resultados de sus actos. El capitalismo sin la posibilidad de la bancarrota es como un catolicismo sin infierno.

Lorenzo Bernaldo de Quirós